Debido a los ritmos de trabajo que llevamos y la falta de tiempo, en muchas ocasiones, es complicado realizar un consumo diario de verduras, semanal o mensual, por lo que tendemos a comprarlas congeladas o congelarlas para consumirlas cuando podamos. En el caso de comprar los guisantes, las diferencias son abismales con respecto a sus versiones congeladas. Todo lo que le pasa al guisante descongelado es malo, aseguran los expertos en gastronomía. A continuación te lo contamos por qué deberías consumirlos frescos.
7¿Cómo cocinar los guisantes lágrima?
En Éleonore son partidarios de cocinar «muy poco o nada» los guisantes lágrima para así poder disfrutar de su tersura, su sabor y su particular textura explosiva: «Con acercarlos a una fuente de calor mínimamente es más que suficiente». El año pasado los prepararon en un plato con puré de limón y con oricio (erizo de mar) y este año tienen pensado introducirlos en la carta con una guarnición de helado de arándanos. «Todos estos ingredientes son de proximidad. Empleamos guisantes asturianos y el oricio del año pasado y los arándanos de este también lo son», comenta Arias.