Debido a los ritmos de trabajo que llevamos y la falta de tiempo, en muchas ocasiones, es complicado realizar un consumo diario de verduras, semanal o mensual, por lo que tendemos a comprarlas congeladas o congelarlas para consumirlas cuando podamos. En el caso de comprar los guisantes, las diferencias son abismales con respecto a sus versiones congeladas. Todo lo que le pasa al guisante descongelado es malo, aseguran los expertos en gastronomía. A continuación te lo contamos por qué deberías consumirlos frescos.
6¿Qué son los guisantes lágrimas?
Arias recomienda utilizar para cocinar guisante lágrima, pero indica que tiene un periodo de disponibilidad corto: “Obviamente, este es un guisante más pequeño, de mayor calidad y que no se va a congelar nunca. Se le conoce como el caviar vegetal y se le da el nombre de «lágrima» debido a su forma. A partir de marzo o de abril podremos encontrarnos ya con el guisante redondo, el más habitual, aunque eso no quiere decir que sea de menor calidad». Asimismo, hay que recordar que el guisante es fuente de proteína y fibra y aporta minerales como el potasio y el fósforo, así como vitaminas C, K y A.