Debido a los ritmos de trabajo que llevamos y la falta de tiempo, en muchas ocasiones, es complicado realizar un consumo diario de verduras, semanal o mensual, por lo que tendemos a comprarlas congeladas o congelarlas para consumirlas cuando podamos. En el caso de comprar los guisantes, las diferencias son abismales con respecto a sus versiones congeladas. Todo lo que le pasa al guisante descongelado es malo, aseguran los expertos en gastronomía. A continuación te lo contamos por qué deberías consumirlos frescos.
4Pero entonces, ¿por qué no deberías comprarlo congelados?
La chef Cristina Arias, del restaurante Éleonore (mencionado en la Guía Michelin y en la Repsol), anima a comprar los guisantes frescos por las abismales diferencias que existen con sus versiones congeladas. «Desde mi experiencia, todo lo que le pasa al guisante al congelarlo es malo. Es posible que haya perdido parte de su textura y que nos lo encontremos arrugado. También es muy probable que haya perdido parte de su brillo, lo que lo hace menos atractivo. Además, también se resienten sus propiedades nutricionales», explica en una entrevista en Yahoo News.