La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y sufre ligeras modificaciones en función de la estación con la finalidad de adaptarse a las nuevas temperaturas. Para su cuidado hay que tener una rutina bien definida por estación.
Con la llegada de la primavera, cuando hace más calor, tu piel se vuelve más grasa, brillante y con tendencia al acné. Si ya tienes problemas de piel, como la rosácea o el acné, el calor tampoco te ayudará mucho. Pero hay cosas que puedes hacer para combatir los efectos del cambio de estación y te las contamos a continuación.
3¿Qué puedo hacer frente a los efectos del calor?
Los especialistas recomiendan cambiar a una crema hidratante más ligera cuando se acerque la primavera, para evitar una acumulación innecesaria de producto. Tu piel seguirá necesitando hidratación, pero es mejor que la obtengas bebiendo mucha agua en las estaciones más cálidas.
También podrá incorporar a tu rutina un limpiador que elimine la grasa para ayudar a controlar el exceso. Otro aliado es la vitamina C, pero puede ser aún más importante en el verano. Su aplicación regular puede prevenir la hiper-pigmentación y mejorar el aspecto de las líneas finas y las arrugas al ayudar a la producción de colágeno.