La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y sufre ligeras modificaciones en función de la estación con la finalidad de adaptarse a las nuevas temperaturas. Para su cuidado hay que tener una rutina bien definida por estación.
Con la llegada de la primavera, cuando hace más calor, tu piel se vuelve más grasa, brillante y con tendencia al acné. Si ya tienes problemas de piel, como la rosácea o el acné, el calor tampoco te ayudará mucho. Pero hay cosas que puedes hacer para combatir los efectos del cambio de estación y te las contamos a continuación.
2Cuando pasamos de tiempo frío a cálido
Cuando se acerca la primavera, la humedad y la temperatura vuelven a aumentar y la piel se vuelve más grasa y pesada, ya que la suciedad y las células muertas quedan atrapadas en la superficie. Si sueles tener una piel normal, es posible que se vuelva más grasa en los meses más cálidos, lo que puede provocar brotes y acné.
Las temperaturas más cálidas favorecen la producción de sebo y el sudor, obstruye los poros. También estar muchas horas al sol afecta a la pigmentación y causa manchas solares, por lo que es recomendable que siempre que salgas a la calle lo hagas con protector solar.