jueves, 12 diciembre 2024

Croquetas de jamón ibérico: los trucos de Chicote para bordar la receta

Como las croquetas de la abuela, ningunas… ¿estamos seguros? Desde que Alberto Chicote compartió en Twitter su magnífica receta para preparar croquetas de jamón, no lo tenemos tan claro. Muchos de sus seguidores en redes sociales le han tomado la palabra  al chef y las han hecho en casa siguiendo sus indicaciones. Las reacciones han sido positivas y todos comentaban el éxito que habían tenido en casa. Preparar croquetas no es una tarea especialmente compleja pero para que salgan bien de verdad, hay que tener muy en cuenta varios pequeños detalles. Lo primero que tenemos que hacer, si queremos lucirnos y apostar por todo lo alto, es utilizar una materia prima de calidad, en este caso el jamón ibérico. Al ser una receta que no necesita apenas ingredientes, podemos compensar el gasto. Lo demás es tan fácil como seguir al pie de la letra los consejos de Chicote. 

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ASÍ PREPARA CHICOTE LAS CROQUETAS

croquetas chicote jamón

Empezamos poniendo a hervir la leche y la nata junto con los huesos de jamón en una cacerola con tapa. Se deja cocer unos 20 minutos y mientras picamos el jamón en taquitos muy finos y lo reservamos. Por otro lado ponemos la mantequilla y el aceite en un cazo grande y rehogamos la cebolla muy picada a fuego muy suave durante unos 10 minutos. Incorporamos el jamón, mezclamos y dejamos que se haga 5 minutos más hasta que suele su propia grasa y aroma.

A continuación, tal y como hace el chef de ‘Pesadilla en la Cocina’, vertemos la harina en ese mismo cazo y removemos para que se cocine durante unos cinco minutos. Es importante moverlo bastante para que no se tueste más de lo recomendable. Después añadiremos la leche que habremos colado, poco a poco y revolviendo bien para que ligue con la harina y vaya adquiriendo la textura de la bechamel. El truco de Chicote es no incorporar más leche hasta que la que hemos añadido antes no haya quedado bien ligada. Cuando ya hayamos terminado con la leche dejaremos que siga cociendo unos diez minutos más a fuego muy suave. Sazonamos con sal, nuez moscada y pimienta y dejamos que la masa se enfríe y se ponga dura para poder moldearla bien. 

Llegado el momento, hacemos bolitas y las empanamos, primero pasándolas por una capa fina de harina, después por huevo batido y por último por pan rallado. Es importante freírlas a una temperatura alta de 170-180 °C por que es la clave para que queden crujientes por fuera y suaves y calientes por dentro (pocas cosas hay más decepcionante que una croqueta recién hecha pero con el corazón frío). Se pueden freír en freidora o en sartén tradicional, siempre en abundante aceite. Las sacamos cuando estén doradas y listas para servir.