Un lunar aparece como un pequeño punto marrón oscuro que se genera por acumulación de melamina y suelen iniciarse desde que somos niños o en la adolescencia. Según diversos estudios, los lunares malignos en las mujeres tienden a aparecer generalmente en la espalda o en la parte baja de las piernas, mientras que en los hombres se suelen generar en la cabeza, el cuello o la espalda.
El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes que existen, y está directamente relacionado con la exposición al sol. Detectarlo a tiempo es fundamental para evitar un fatal desenlace. Los lunares cancerígenos, por lo general, pueden diferenciarse de los lunares normales porque se inflaman, pueden provocar dolor, picazón, sangrado y hasta formar una lesión abierta, y suelen ser fáciles de detectar visualmente y al tacto.
6Antecedentes personales y/o familiares
Otra de las variables que se debe toma muy en cuenta son los antecedentes familiares con cáncer de piel y melanomas, ya que muchos estudios apuntan a que el cáncer tiene un factor hereditario.
En la parte genética, la estadística indica que son más propensos a sufrir de lunares malignos aquellas personas de piel blanca, con pecas en varias partes del cuerpo, el color del cabella rubio o cobrizo y con ojos azules o de color claro