Un lunar aparece como un pequeño punto marrón oscuro que se genera por acumulación de melamina y suelen iniciarse desde que somos niños o en la adolescencia. Según diversos estudios, los lunares malignos en las mujeres tienden a aparecer generalmente en la espalda o en la parte baja de las piernas, mientras que en los hombres se suelen generar en la cabeza, el cuello o la espalda.
El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes que existen, y está directamente relacionado con la exposición al sol. Detectarlo a tiempo es fundamental para evitar un fatal desenlace. Los lunares cancerígenos, por lo general, pueden diferenciarse de los lunares normales porque se inflaman, pueden provocar dolor, picazón, sangrado y hasta formar una lesión abierta, y suelen ser fáciles de detectar visualmente y al tacto.
4Evolución
Se debe tener cuidado si notamos que un lunar que tenemos desde hace algún tiempo va incrementando su tamaño, o cambia algo en cuanto a su forma y coloración. También pueden ocasionar molestias como, picazón, ardor, dolor y sangrado. Si el lunar tomo un color negro, adicional a lo descrito anteriormente, tienes que buscar rápidamente la opinión del dermatólogo.
Si el lunar lo tienes desde la niñez, éste crecerá lentamente, hasta que alcanzas la edad adulta. Los malignos pueden aparecer de manera inesperada y su crecimiento es algo acelerado. También es recomendable revisar minuciosamente la textura del lunar.