Las torrijas son un postre que se come tradicionalmente en Semana Santa porque comenzó a incluirse en la Cuaresma para compensar los períodos de abstinencia de algunos alimentos. También se elaboran de vino dulce, porque la tradición popular dice que las torrijas representan el cuerpo y la sangre de Cristo.
No solo en España se consumen torrijas, otros países de Europa tienen también su propia versión. En Francia la llaman pain perdu, su traducción es, el pan perdido. En Gran Bretaña y Alemania las denominan algo parecido, poor knights of Windsor y Arme Ritter respectivamente. Los portugueses las conocen como rebanadas, aunque son más un dulce típico de Navidad. Los americanos a las torrijas las llaman french toast, los suizos las llaman fotzelschnitten, los austríacos pofesen, bundás kenyér en Hungría y wentelteejfe en los Países Bajos.
5Últimos pasos de la receta
Cuando las rebanadas de pan estén blanditas, sin llegar a desmenuzarse, se cogen una por una y se las rebozan en el huevo batido. De ahí se las lleva al aceite y se las fríe. Cuando estén doradas por un lado, se las da vuelta y se espera que se doren por el otro lado.
Una vez tostadas, se sacan a un plato o recipiente en el que previamente se coloca papel de cocina para que escurra el resto del aceite de las torrijas. Finalmente se elige el plato en el que se las quiera degustar y se las espolvorea con canela. Hay a gente que no le gusta la canela, pero se puede reemplazar por azúcar.