Las torrijas son un postre que se come tradicionalmente en Semana Santa porque comenzó a incluirse en la Cuaresma para compensar los períodos de abstinencia de algunos alimentos. También se elaboran de vino dulce, porque la tradición popular dice que las torrijas representan el cuerpo y la sangre de Cristo.
No solo en España se consumen torrijas, otros países de Europa tienen también su propia versión. En Francia la llaman pain perdu, su traducción es, el pan perdido. En Gran Bretaña y Alemania las denominan algo parecido, poor knights of Windsor y Arme Ritter respectivamente. Los portugueses las conocen como rebanadas, aunque son más un dulce típico de Navidad. Los americanos a las torrijas las llaman french toast, los suizos las llaman fotzelschnitten, los austríacos pofesen, bundás kenyér en Hungría y wentelteejfe en los Países Bajos.
1¿De dónde vienen las torrijas?
Las Torrijas son unos de los dulces más antiguos de los que hay constancia porque se prepara con pocos ingredientes y en tan solo 5 o 10 minutos. Además es un postre nacido de la pura necesidad, ya que se elabora con pocos ingredientes. Con el tiempo ha ido evolucionando, adaptándose a la idiosincrasia local de cada pueblo, generando distintas variantes.
La primera referencia histórica conocida a un producto parecido está en la obra de Marco Gavio Apicio, gastrónomo romano del siglo I que recopiló recetas de su época. En su recetario menciona que la rebanada de pan debe sumergirse en leche, sin mencionar el huevo, y no le da un nombre especial. Se limita a llamarla aliter dulcia (plato dulce). Pero la receta tradicional tiene su origen en el siglo XV y nace para aliviar a las parturientas al dar a luz y favorecer su recuperación postparto allá por el 1600. La combinación de pan, leche, huevos y miel (o sea, torrijas) era un éxito en la dieta de las parturientas antes y después de dar a luz.