El salmón ahumado es uno de los ingredientes preferidos por los españoles para consumir en ocasiones especiales o en esas cenas rápidas, improvisadas, en las que un poco de pan tostado y una loncha de salmón, son un acierto seguro. Es un bocado que gusta prácticamente a todo el mundo por su toque sabroso y su sabor intenso y único. Y aunque el salmón es un pescado muy saludable, su versión ahumada no lo es tanto. Así que conviene tener cuidado con este producto, y consumirlo siendo consciente de todos los riesgos que puede suponer para la salud.
1EL SALMÓN, MEJOR FRESCO
El pescado fresco, incluido el salmón, es un alimento beneficioso para la salud, cuyo consumo puede incluirse hasta cuatro veces por semana, combinando pescados blancos y azules, como fuente de proteínas. El salmón fresco en concreto, es un pescado azul y resulta especialmente rico en ácidos grasos como omega-3, por lo que es beneficioso para la salud cardiovascular. Para obtener los beneficios del salmón, los expertos recomiendan consumirlo fresco y cocinado al vapor, al horno, a la plancha… antes que ahumado. Pero, ¿qué pasa con el ahumado?