Ada Colau, la investigada alcaldesa de Barcelona, ha mostrado su odio hacia los símbolos que suenan a España y también a algunos de Barcelona. Sin embargo, ha traspasado todas las líneas al mostrar por escrito su rechazo a homenajear a Copito de Nieve. Se trata del único gorila albino en todo el mundo y que fue más que una mera atracción turística del Zoo de Barcelona durante casi cuatro décadas.
Copito de Nieve fue uno nuevo inquilino del Zoo, un equipamiento que muestra dejadez y fuertes olores, descuidado y que no invita a pasar la jornada, desde 1967 y falleció el 24 de noviembre de 2003.
A pesar de que la figura de Copito pueda resultar amable y despertar nuestra empatía, en el fondo fue resultado del colonialismo en Guinea Ecuatorial
Este gorila blanco fue rescatado de una muerte segura en África, cuya piel hubiera adornado el salón de la estancia de algún rico sin escrúpulos. Para Colau, sin embargo, Copito de Nieve no es más que un fascista más, como trata a los votantes de Vox.
COPITO DE NIEVE, FRUTO DEL COLONIALISMO EN ÁFRICA, SEGÚN ADA COLAU
«Es el resultado del colonialismo en Guinea Ecuatorial». Esta respuesta del gobierno municipal ha levantado ampollas e indignación entre quienes piden que se rinda un gran homenaje al primate. Desde la llegada al poder de Colau en 2015, este gorila blanco no ha tenido oportunidad de recibir el nombre de una calle o una plaza, pese a ser el animal más querido por los barceloneses.
Y es que, la respuesta de Colau muestra una clara indiferencia hacia Copito de Nieve, pese a tenerlo todo listo en 2015. Antes de su llegada, Xavier Trias, entonces alcalde de Barcelona, hizo todos los preparativos para rendir este homenaje. Se debatía si iba a ser un calle, una plaza e incluso una estatua para este símbolo de Barcelona, el más querido sin duda.
El famoso gorila blanco se ha convertido en una víctima más del revisionismo histórico de la izquierda recalcitrante. Dejar en el olvido a Copito de Nieve entra en los planes de Colau, pero no para quienes lo defienden. En Change.org se preguntan dónde quedan las promesas de los alcaldes de Barcelona. Por ahora, son sólo papel mojado.
ADA COLAU SE NEGÓ A HOMENAJEAR A SAMARACH TAMBIÉN POR FASCISTA
Es cuanto menos curioso que el partido de Gobierno de Colau, el PSC, haya vuelto a ponerse de perfil en este asunto, que promete dar una dura batalla hasta que se cumpla lo prometido. Ni rastro del nombre de Copito de Nieve, mientras se eliminan nombres de las calles para cumplir con la memoria histórica.
Barcelona está copada por nombres vinculados a las guerras, capitanes, generales e incluso de otras ciudades. De los símbolos, nada. Ni Juan Antonio Samarach, otro fascista para los de Colau, merece tener su calle pese a ser el artífice de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
El gorila albino fue un reclamo para engrandecer Barcelona, su rostro simpático y sus gestos han endulzado las miradas de generaciones enteras. De abuelos a padres y nietos. Los firmantes de esta petición exigen al Ayuntamiento demostrar su compromiso con Copito. Son miles quienes han dejado sus datos para dar su apoyo a la iniciativa, que podría llegar al número de 50.000, el requisito para poder presentar una Iniciativa Legislativa Popular.
LOS FIRMANTES ALCANZAN EL UMBRAL DE LA ILP
La iniciativa, promovida por la empresa ‘Aquí Houston’, pretende erigir una estatua robotizada dentro del Zoo, con el fin de interactuar con los visitantes, aunque las instalaciones dejan mucho que desear ahora. Y es que, la investigada Ada Colau pretendía eliminar este símbolo de la ciudad a su llegada. Su plan no se llevó a cabo, pero desde que cogió el bastón de la Alcaldía no han vuelto los espectáculos del delfinario, donde los cetáceos se mantienen, pero ocultos a la vista del público.
«A pesar de que la figura de Copito pueda resultar amable y despertar nuestra empatía, en el fondo fue resultado del colonialismo en Guinea Ecuatorial«, recoge la respuesta de Colau a los promotores, facilitada por RAC1. El Ayuntamiento tilda a Copito de Nieve como un «vestigio de un sistema colonial», aunque admite su vinculación con muchos barceloneses.
El Ayuntamiento, por otro lado, asegura que seguirá estudiando la posibilidad de un homenaje. Eso sí, en el mismo se debería mostrar el colonialismo del mismo. Tan sólo una vez que se ha dado a conocer esta propuesta se ha rebajado el tono para asegurar que el proyecto robótico no estaba planeado para exhibirse en un espacio público, sino en el interior del Zoo, que sigue gestionado por el Ayuntamiento.
COLAU, UNA ALCALDESA EN EL BANQUILLO
La alcaldesa de Barcelona está bajo la investigación judicial por haber favorecido presuntamente a entidades afines con subvenciones concedidas sin publicidad y ‘a dedo’. Hace una semana se sentó en el banquillo para asegurar que se trataba de una trama empresarial contra ella. Lejos de dar la cara, Colau entró por la puerta trasera de los juzgados, con su equipo y la conocida abogada Olga Tubau, la misma que defendió al mayor Josep Lluís Trapero en el juicio del ‘procés’.
La alcaldesa eludió no sólo a los periodistas, sino también a un nutrido séquito de admiradores que cargaban contra una empresa en concreto. Lejos de dimitir como marcan los estatutos, Colau ha puesto su dedo acusador en Agbar, empresa a la que culpa esta imputación judicial.