El carburante está apuntando récord históricos. El precio de la gasolina no ha dejado de crecer y la suma de los impuestos que soportan los carburantes es de más del 50% de su coste en origen. Según las estaciones de servicio, el elevado precio al que están llegando los carburantes ha hecho que se reposte menos en las gasolineras. Es por ello que el Gobierno de España podría iniciar a plantearse bajar los impuestos para así conseguir bajar los precios e incrementar el consumo.
El precio de la gasolina no ha dejado de escalar desde el 20 de diciembre. El pasado 10 de marzo, el precio de la gasolina en España batió su récord histórico por sexta semana consecutiva. Estos precios han hecho que las gasolineras hayan previsto una caída del consumo derivada de los máximos en que se encuentran los precios de los carburantes que rozan ya los 2 euros por litro en algunas estaciones.
«Entre nuestros asociados las ventas están entre un 15 y un 20% por debajo de lo que sería habitual», asegura a la agencia Efe el director general de la Confederación de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), Nacho Rabadán. Según explica Rabadán las estaciones de servicio han pasado a comprar el carburante más caro y los clientes están repostando menos.
Y no es el único puesto que representantes del sector se unen a estas quejas. «Con los altos precios de los combustibles, las estaciones de servicio también sufrimos porque en estos momentos baja el consumo y baja nuestra facturación, y lo peor es que el contexto actual no augura mejores tiempos a corto y medio plazo», apostilla a Efe el secretario general de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de la Comunidad de Madrid, Víctor García.
Este elevado precio de la gasolina está provocando un descontento social sin precedentes. Incluso, en redes sociales se han lanzado iniciativas para no repostar durante días en señal de protesta por el incremento de precios de la gasolina. Cabe destacar que en España hay cerca de 25 millones de automóviles, es decir, algo más de un coche por cada dos personas.
UN PRECIO MARCADO POR LA GUERRA
El precio de la gasolina ha tocado máximos históricos en pleno contexto de guerra. La invasión de Ucrania por parte de las tropas rusas ha propiciado que el petróleo Brent, el de referencia en Europa, se negocie incluso a más de 115 dólares el litro y que el precio de la gasolina en España haya escalado de forma desmesurada.
Según los datos difundidos el jueves por el Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE), la gasolina se vende en España a una media de 1,608 euros el litro, mientras que el gasóleo lo hace a 1,496 euros. Ambas cifras son las más altas jamás registradas.
De acuerdo con los datos ofrecidos por la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos o AOP, los impuestos del precio de los combustibles alcanzan el 50% y el 55% del precio de venta al público. Tanto la gasolina como el gasóleo se gravan con el Impuesto Especial de Hidrocarburos, que es un impuesto que entró en vigor el 1 de enero del año 2019. Además en el caso del diésel, al Impuesto Especial a los Hidrocarburos hay que añadir el 21% de IVA.
Tanto la gasolina como el gasóleo se gravan con el Impuesto Especial de Hidrocarburos
Al encarecerse el precio base de la energía, entre ellos el de los carburantes, uno de los primeros en notarlo es el Gobierno de España. Al mismo ritmo que crecen los precios lo hace también lo hace la recaudación, sin embargo, en esta ecuación perfecta para el Estado también juega un papel importante la demanda. Si desciende el consumo, no habrá recaudación.