El conflicto entre Argelia y Marruecos viene de lejos. Las diferencias entre los dos países africanos son una cuestión que nunca han conseguido superar, lo que le ha llevado a no mantener ningún tipo de relación diplomática. Esta ruptura, además, ha repercutido en otros ámbitos como el del gas, ya que el Gobierno argelino decidió contar el suministro a Marruecos. Ahora, para garantizar su seguridad energética ha pedido ayuda a España, a lo que han respondido de manera positivo. Así, la empresa española de transporte de gas, Enagás, surtirá de este producto a Marruecos para compensar el veto del país argelino. Todo un gesto por parte de España para limar asperezar, acercas posturas y mejorar la relación con Marruecos que no pasa por el mejor momento.
La ministra de Transición Ecológica marroquí, Leila Benali, ha explicado que su país está buscando distintas opciones para conseguir importar gas natural. Y es que, el año pasado, debido a la tensión entre Marruecos y Argelia, el gobierno argelino decidió cerrar el gasoducto, que recibe el nombre de Magred-Europa, y dejar de suministrar gas a través de dicho conducto. Este medio de transporte energético une Argelia con España pasando por Marruecos. Cuando decidieron cortar esta conexión, el país español, dirigido por Pedro Sánchez, se vio obligado a utilizar la otra vía de suministro. A partir de ese momento, España empezó a recibir el gas natural argelino por medio del gasoducto submarino Medgaz, ya que este canal no pasa por el país marroquí.
Tras la decisión de Argelia de eliminar su relación con Rabat y cortarle toda forma de suministro, Marruecos está pasado por un problema de abastecimiento energético. De esta forma, se ha visto obligado a buscar alternativas, ya que sus reservar y suministros empiezan a peligrar y necesitan buscar una solución para garantizar su seguridad energético. Por ello, han pedido ayuda a su país vecino, a España, y el país español, parece ser, que ha accedido a esta petición. Marruecos podrá adquirir el gas natural licuado en los mercados internacionales, descargar en una planta de regasificación en España y utilizar el gasoducto del Magreb para enviarlo a su territorio.
Para llegar a cabo este plan, la empresa encargada de ejecutar la operación será el organismo español Enagás. De esta forma, Marruecos comprará el gas en crudo en a nivel internacional y los transportará a alguno de los puertos españoles para llevarlo a las plantas y regasificarlo. Y es que, España cuenta con una de las mejores infraestructuras para realizar el tratamiento del gas natural licuado. Que Marruecos necesita de España para abastecerse a nivel energético es un hecho, y que las relaciones entre ambos países no pasan por el mejor momento también.
Desde que el año pasado Marruecos abrió la frontera para permitir el paso de sus ciudadanos a Ceuta provocando toda una crisis migratoria, la situación entre Rabat y España es complicada. Y las acciones del presidente del Gobierno no ayudan a mejorar este panorama. Así, Pedro Sánchez volvió a abrir las heridas aún sin cicatrizar con Marruecos tras reunirse hace dos semanas en Bruselas con el líder militar del Frente Polisario Brahim Ghali. No fue suficiente para el presidente del Gobierno la reacción del país vecino y la «invasión» de Ceuta a manos de inmigrantes allá por mayo de 2021. Semanas después del encuentro que mantuvo Sánchez con Ghali, Melilla sufrió una nueva «invasión» por parte de más de 2.000 inmigrantes marroquíes.
En Marruecos se hizo notar el fuerte malestar con el presidente del Gobierno español después de que fuera el único mandatario europeo que aprovechó hace dos semanas una cumbre en Bruselas para visitar al líder militar del Frente Polisario Brahim Ghali. Casualmente, dos semanas después, Melilla fue la protagonista de una nueva «invasión» de inmigrantes incontrolable en lo que ya se denomina como el mayor salto a la valla en la historia de la ciudad autónoma. Fuentes del Ministerio de Interior deslizaroon que estos asaltos masivos no son espontáneos, como es evidente, sino que hay una organización detrás y una causalidad por la reunión que mantuvo Sánchez con Ghali.
Pocos entienden por qué Sánchez no se inhibe de mantener estos encuentros que no hacen más que dificultar la diplomacia con Marruecos. Y más cuando el presidente del país africano, Aziz Ajanuch, es nuevo y no tan radical como el anterior islamista. Aún así, Sánchez no tardó ni un año en volver a reventar las relaciones internacionales con una reunión que podría haberse evitado.
Ahora, parecer que el gas natural le da la ocasión perfecta al país español para mejorar la relación Marruecos. Dejar que el país marroquí importe gas a través de España supone todo un gesto de acercamiento. Esta cuestión podría ser el comienzo de un nueva relación entre ambos países, poniendo un punto y aparte a lo vivido hasta ahora y volviendo a retomar las conversaciones.