La grave crisis internacional motivada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha obligado a la OTAN a reforzar las capacidades aéreas de sus aliados colindantes y/o cercanos a Rusia, con destacamentos de sus más poderosos aviones de combate, liderados por profesionales que en buena parte exhiben un parche de vuelo en el que figuran las siglas TLP.
Pocos ciudadanos españoles saben que dichas siglas se corresponden a la denominación de Tactical Leader Ship Program, o lo que es lo mismo en español Programa de Liderazgo Táctico, y que la sede de dicho programa de entrenamiento se asienta “en un lugar de la Mancha”, en concreto en la base aérea de Albacete.
En esta instalación aeronáutica del Ejército del Aire se asentó en 2009, tras décadas de permanencia en la de Florennes (Bélgica), la más prestigiosa organización de formación de pilotos líderes en formaciones de aeronaves de combate de la Europa Occidental, el denominado TLP. Creado en 1979 por seis aliados de la OTAN, con el impulso y beneplácito de la organización militar, que querían crear una escuela para la formación especializada de sus pilotos, en línea con las de Estados Unidos, como la mítica, gracias al cine y a Tom Cruise, escuela Top Gun. Actualmente está formada por 10 miembros permanentes, que son: Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Países Bajos, España, Reino Unido y Estados Unidos, aunque su actividad docente se abre al resto de naciones de la OTAN, como Turquía, Polonia, Hungría, Chequia, etc, y a países invitados de fuera de la Alianza, como serían Finlandia y Suiza.
En las instalaciones de la base aérea de Albacete se asienta actualmente la sede permanente del TLP que tiene un personal permanente de unas 100 personas, que manda un coronel del Ejército español, actualmente José Carlos Presa Díaz, y que organiza una intensa labor docente, que tiene uno de sus máximos exponentes en los denominados cursos de vuelo o Flight Course (FC), de los cuales se organizan 3 ó 4 al año.
Precisamente esta semana acababa el denominado FC 2022-1, que ha concentrado a unidades de las fuerzas aéreas de los Estados Unidos, Francia, Italia, Grecia, además de los anfitriones españoles del Ejército del Aire. Entre los días 14 de febrero y el pasado 4 de marzo se han concentrado en la base de Albacete unos 560 profesionales, que durante tres semanas han simulado operaciones aéreas contando con una treintena de aviones de combate y dos helicópteros franceses especializados en la misión de rescate de tripulaciones.
Tras dos intensas semanas con salidas diarias de las aeronaves para cumplir las complejas misiones de combate, planificadas previamente por la dirección del TLP simulando una campaña aérea en un escenario de crisis internacional que se va complicando, un total de 37 de los participantes se han graduado, desglosados en 30 pilotos, 4 oficiales de inteligencia y 3 controladores aéreos.
Obviamente, desde el día 24 los participantes tenían su vista puesta en la crisis de Ucrania, y en sus compañeros de las referidas fuerzas aéreas de: España, Estados Unidos, Francia e Italia, desplegados recientemente en los países de la Alianza más expuestos al conflicto, como son los Bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), Polonia y los ribereños del Mar Negro, Bulgaria y Rumania.
Es de destacar la participación en el FC 2022-1 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en Europa, que desplegó buena parte de los efectivos de su 492 Escuadrón de Cazas, que llevó desde su base de Lakenheath (sita en el centro de Inglaterra)14 aviones de combate biplazas McDonnell Douglas (Boeing) F-15D Strike Eagle.
A éstos se sumaron los Dassault Aviation Rafale y Mirage-2000 franceses, los Tornado italianos, los Lockheed Martin F-16C griegos, y los veteranos McDonnell Douglas (Boeing) EF-18 y F/A-18A de las Alas 46 y 15 respectivamente del Ejército del Aire.
Se contó además con el indispensable apoyo de los Boeing E-3 Sentry de alerta temprana y control aéreo o Airborne Early Warning and Control (AEW&C), y los referidos helicópteros Airbus Helicopters H225M Caracal franceses, con sus correspondientes equipos de extracción que aseguran la indispensable capacidad de búsqueda y rescate de combate o Combat Search and Rescue (CSAR).
También hay que destacar la participación en este campo del CSAR de dos instructores belgas especializados en supervivencia, evasión, resistencia y escape o Survival, Evasion, Resistanceand Escape (SERE), así como un equipo de controladores de designación de blancos terrestres o Joint Terminal Attack Controller (JTAC) italiano, que iluminaron los simulados blancos que debían batir posteriormente los aviones de combate participantes..
En suma, una compleja organización en aras del entrenamiento de élite a los profesionales de las unidades de combate aéreo, tanto en el campos aire-aire como de ataque aire-suelo, que les otorga unas capacidades que, al menos durante la primera fase de la invasión rusa a Ucrania, apenas se ha dejado ver por parte de la aviación militar de la Federación de Rusia.