Las acciones de Indra han caído este miércoles un 9,41%, hasta los 8,38 euros, en la primera sesión después de que el Consejo de Ministros autorizara a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) a elevar hasta el 28% su peso en el capital de la sociedad.
La SEPI ya es accionista de referencia del grupo con el 18,7% y, con este movimiento, ganaría aún más peso en la empresa tecnológica con un tercer consejo dominical si lo requiere.
La compañía no ha aclarado si comprará su participación a terceros o adquirirá progresivamente acciones en el mercado.
Indra ha sido la acción más castigada del Ibex 35 en la sesión de este miércoles y los títulos han retrocedido niveles no vistos desde finales de julio.
El holding público dependiente del Ministerio de Hacienda impulsó el pasado mayo un relevo en la presidencia de Indra y propuso a Marc Murtra, que finalmente fue escogido como presidente no ejecutivo, en sustitución de Fernando Abril-Martorell.
En un comunicado, la SEPI ha asegurado que busca «dar estabilidad al accionariado» de Indra, una compañía envuelta en proyectos estratégicos como el Futuro Sistema de Combate Aéreo Europeo (FCAS).
Tras conocerse las intenciones del accionista de referencia de Indra, el fondo de inversión británico Fosse Capital Partners ha revelado una posición bajista en el capital del 0,56%, que unida a la posición del 1,09% de Immersion Capital, suman un 1,65% de capital en ‘corto’ para la tecnológica.
Los títulos de Indra ya cayeron un 7,96% en la jornada posterior a la salida de Abril-Martorell, si bien recuperaron el tono aupados por los buenos resultados financieros. Tras la entrada de SAPA en el capital, la acción se desplomó también un 11,51%, su mayor caída en los últimos doce meses.
Hoy, al cierre de mercado, ha comunicado que ganó 143 millones de euros en 2021, lo que contrasta con las pérdidas del año precedente, y supera en un 18% las cifras de 2019, antes de la pandemia.
La compañía ha publicado este miércoles sus resultados financieros, que presentan unos ingresos récord de 3.390 millones de euros, un crecimiento del 11,4% en términos reportados, con España como mercado principal con 1.719 millones de euros de ingresos, un 8,7% más que en 2020.
Asimismo, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) ha sido de 349 millones de euros, un 351% más que en 2020, con un margen del 10,3%, lo que supone un aumento de 7,8 puntos respecto al ejercicio anterior.