El presidente del PP, Pablo Casado, no pasa por su mejor momento. El espionaje interno a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por haber dado presuntamente una concesión pública irregular a su hermano se ha convertido en la tormenta perfecta para que los díscolos del PP exploren formas con las que cambiar la dirección del partido. Tras los últimos acontecimientos, fuentes de Génova aseguran que los contactos entre el entorno de Ayuso y la diputada Cayetana Álvarez de Toledo se han intensificado. La idea: formar un frente común el ala liberal y «aguirrista» del PP para ofrecer «una alternativa».
El espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid ha revuelto el partido por dentro. Todos han opinado y la mayoría en contra de los pasos que ha dado la directiva de la formación conservadora. Por supuesto, los «liberales» del PP se han lanzado en tromba a apoyar a la presidenta de la Comunidad de Madrid y muchos han recordado que lo que le está pasando a Ayuso ya lo sufrió otro «verso libre» del Partido Popular llamado Cayetana. Tras esto, fuentes de Génova detallan que la buena sintonía entre ambas dirigentes del PP se ha convertido en el asunto más comentado.
Los liberales del PP llevan tiempo sintiéndose vigilados por la directiva. Cuando hablamos de «liberales» nos referimos a los herederos de Esperanza Aguirre. Esta corriente interna dentro del partido no solo apuesta por medidas concretas como bajada de impuestos o menos intervención estatal (algo común para todos los populares), sino que hablamos de un grupo de populares que apuesta por pactar con Vox como socio preferente y por una forma de hacer política más agresiva y desvergonzada, la misma heredada de Aguirre. La propia expresidenta de la Comunidad de Madrid ha dejado claro que no tendría problemas en pactar con los de Santiago Abascal. Mientras tanto, desde Génova exigen a Alfonso Fernández Mañueco (presidente de Castilla y León) que no llegue a acuerdos con Vox para evitar que les «robe» más votos.
Los contactos entre Cayetana y Ayuso no son nuevos. La diferencia que detallan las fuentes es que ahora se sienten «atacadas» por la directiva del partido y han querido sumar fuerzas para intentar plantar cara a una cúpula por la que se sienten atacadas. Cayetana lleva tiempo trabajando en la forma de volver a la primera plana, pero sola era complicado. Su corriente, ese liberalismo aguirrista tan estigmatizado en el Partido Popular de Pablo Casado, ha cogido fuerza en el PP hasta el punto de que se vislumbra la posibilidad de un frente común de Ayuso y Cayetana que tenga el objetivo de condicionar a Casado. Condicionarle o directamente forzar un congreso que busque un nuevo candidato o candidata para presentarse a las generales.
No ha sorprendido que se hayan intensificado los contactos entre Cayetana y Ayuso a raíz de lo ocurrido con el espionaje a la presidenta. No es nuevo en el PP. Ya se ha institucionalizado la expresión «buscarte unas cremas» en referencia a lo ocurrido con la expresidenta autonómica Cristina Cifuentes y el vídeo del robo de unas cremas en un supermercado. Ahora a quien le «buscan las cremas» es a Ayuso en relación con unos hipotéticos contratos con su hermano. Cayetana se ha solidarizado con la presidenta autonómica y le ha hecho llegar su apoyo por lo ocurrido. Otros barones se han posicionado en la misma línea, solo que sin ser tan hostiles contra Casado.
LA TERCERA VÍA
Aunque parezca poco creíble, para la diputada del Partido Popular Cayetana Álvarez de Toledo el presidente del PP, Pablo Casado, es un ejemplo a seguir. Al menos en algunas cosas. El ser la tercera vía silenciosa o el efecto inesperado no es nuevo para Casado y es la esperanza de Álvarez de Toledo. Se habla del presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, e incluso del presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, como las caras del futuro del PP. Pero hay una popular que espera en la sombra su oportunidad y que lleva años trabajando en un relato para presentarse a esas futuras primarias que se celebrarían si el Partido Popular vive una debacle: la propia Álvarez de Toledo.
Lo cierto es que no es un misterio. En el Congreso es un secreto a voces que Cayetana tiene más aspiraciones que el mero hecho de figurar en las listas de diputados del PP. Fuentes parlamentarias y del PP aseguran que conocen las intenciones de Álvarez de Toledo y que saben que no goza del cariño de Casado. Es una carrera de fondo y la diputada es consciente de ello. La clave para Cayetana Álvarez de Toledo ha sido la de trabajar en un perfil y en un relato coherente con ese ala liberal del Partido Popular desde el principio y, sobretodo, que no se filtren sus aspiraciones antes de tiempo; por eso no se ha presentado todavía como un perfil presidenciable.