El secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, ha rechazado que exista ya un acuerdo para la reforma educativa en Euskadi, «ni siquiera entre los dos socios de gobierno». Asimismo, ha advertido de que el euskera «no puede ser un elemento de discrepancia, ni que se utilice políticamente, ni el epicentro del debate».
El dirigente socialista ha participado, junto al secretario general del PSE-EE de Bizkaia, Mikes Torres, en la reinauguración de la Casa del Pueblo de Astrabudua, en Erandio (Bizkaia), donde se ha referido a los trabajos que se desarrollan en el Parlamento vasco de cara a la aprobación de una ley vasca de educación.
Respecto a un posible acuerdo de algunas formaciones políticas, entre ellas el PSE, sobre el borrador de la reforma educativa que esta semana se ha presentado en el Parlamento Vasco, Andueza ha negado que exista «ningún un acuerdo en torno a ese documento, que es exclusivamente del presidente de la comisión».
«No existe tan siquiera un acuerdo entre los dos socios de gobierno. Es algo que pertenece al propio presidente –de la comisión de Educación– y que tendrá ser sometido al debate en la Cámara parlamentaria», ha advertido.
Según ha defendido, los socialistas son conscientes de que es educación supone una «cuestión nuclear, tremendamente importante para este país y «especialmente sensible en cuanto a valores e ideológicamente» para los socialistas vascos.
«Vamos a poner mucho empeño y trabajo en tener una Ley de Educación que sea la mejor posible y, ante todo y sobre todo, que en torno a ella se aúne el esfuerzo de todos los grupos sobre un gran acuerdo que haga posible que la mayoría de los partidos con representación parlamentaria estén en el mismo», ha añadido.
«MAYOR NIVEL DE CONSENSO»
El PSE-EE considera así preocupante que, una vez escuchados a todos los expertos y agentes implicados en la Ponencia parlamentaria, no exista un mayor nivel de consenso entre los dos partidos del Gobierno de coalición.
Andueza ha advertido así sobre los asuntos «clave» de la reforma que requieren un tratamiento distinto como la defensa del carácter público de la enseñanza en Euskadi, la autonomía de los centros, la adquisición de determinadas competencias de los alumnos o la evaluación de los resultados.
«Vamos a poner el acento en el valor que le damos a la escuela pública vasca, ahí radica la base de la igualdad. Esta ley no puede suponer una desregulación, pero debe permitir la autonomía de los centros para adecuar su modelo a la realidad sociolingüística de cada sitio. El euskera no puede ser un elemento de discrepancia, ni que se utilice políticamente, ni el epicentro del debate», ha explicado, al tiempo que ha apostado por «poner el acento en la búsqueda de una mayor excelencia en los resultados y que los alumnos puedan obtener un mejor rendimiento, algo para lo que hay que ser transparentes y tener un sistema de evaluaciones para compararnos con otras comunidades».