La campaña electoral de Castilla y León ha enfilado la recta final. Los candidatos y sus partidos están haciendo los últimos esfuerzos para llegar a las urnas con una buena imagen de cara a la galería. Esta semana tendrán lugar los últimos actos donde los aspirantes irán acompañados de los pesos pesados de sus formaciones. O, casi todos, ya que durante la campaña ha habido dos grandes desaparecidos a los que parece que Castilla y León les da alergia y no se han dejado ver por el territorio castellanoleonés. Se trata de la vicepresidenta de Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Ambos sabían que las elecciones se presentan como un imposible, tanto PSOE como Unidas Podemos acudían como «caballo perdedor», y donde poco podían hacer para conseguir imponerse en la comunidad. A ello se suma, en el caso de Díaz, que no quiere asociar su perfil al color morado en ningún escenario. Por eso, Díaz y Sánchez se han resistido a pisar la región y a bajar al barro en Castilla y León, solo lo harán en actos de última hora.
Solo queda una semana para el esperado 13 de febrero, la llamada a las urnas de Castilla y León. Así, Díaz ha reservado un hueco en su agenda para hacer acto de presencia en la campaña, pero sin «mojarse» demasiado, ya que se trata de un pequeño evento en un municipio de Valladolid, Castronuño, que cuenta con una población de 860 habitantes. El acto tendrá lugar este jueves e irá acompañada del candidato de la formación morada, Pablo Fernández. De esta forma, la ministra de Trabajo realiza una breve aparición en la campaña castellanoleonesa, más por compromiso que por ganas, y contenta así, en cierta forma, a los miembros del equipo que la presionaban para que acudiera a la comunidad. Sin embargo, a lo que no acudirá es al acto de cierre de campaña que tendrá lugar el viernes. La vicepresidenta ya lo ha dejado claro, no asistirá al último evento organizado por Unidas Podemos antes de las votaciones. Los que sí han confirmado su asistencia son la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, es decir, los pesos pesados de la formación, las «viejas glorias» de Unidas Podemos.
Yolanda díaz no quiere vincular su perfil a Unidas Podemos ni al color morado
Todo a lo que Díaz no quiere vincular su perfil. El motivo de que no vaya a acudir al acto final de la campaña es porque tiene una cita con los Premios Goya que se celebran en Valencia, o eso, al menos, es lo que han asegurado. Sin embargo, que la vicepresidenta no quiere relacionarse con Unidas Podemos y mucho menos con las grandes figuras moradas es un hecho, porque ya ha demostrado en varias ocasiones que le espanta el color morado. Además, que Yolanda buscará otro color y otras siglas para ir a las elecciones generales es un secreto a voces en el Gobierno. De esta forma, la ministra de Trabajo hace acto de presencia en un evento discreto y sin mezclarse demasiado con el discurso polémico que mantiene Podemos desde que tocó moqueta. Todo ello a pesar de los esfuerzos de equipo que se presenta, quiere que Díaz les ayude a levantar cabeza, aunque la ministra se resiste a involucrarse más de lo necesario como ha demostrado. Un viaje «express» es todo lo que Díaz ofrece a la formación morada para la campaña castellanoleonesa para no mezclare demasiado con los «caballos perdedores».
Aunque no es la única que rechaza hacer campaña en Castilla y León y que se resiste a bajar al barro por su partido. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido otra de las grande ausencias en los actos, de cara a las votaciones, programados por la formación socialista. Desde que sonó el pistoletazo de salida de la campaña electoral castellanoleonesa, Sánchez se sabía con pocas o casi ninguna opción a obtener unos resultado que le permitieran hacerse con la comunidad. Se sabía perdedor. Así, el jefe de Gabinete del presidente del Gobierno, Óscar López, ha tratado de establecer una agenda para el presidente con un objetivo claro: que Sánchez se involucre lo menos posible en las elecciones del próximo 13 de febrero de Castilla y León. Así, el jefe del Ejecutivo ha acudido a eventos contados para apoyar al candidato socialistas, Luis Tudanca, lo que sí tiene previsto es asistir al acto final de campaña que tendrá lugar el próximo día 11 de febrero, tan solo dos días antes de la gran fecha señalada de la llamada a las urnas. Y más ahora, que los últimos datos dan una esperanza a la formación socialista de imponerse en las urnas y alzarse con la victoria.
Mientras en Castilla y León las formación luchan por alzarse con la victoria y tocar la gloria el próximo domingo, algunos tienen asuntos más importantes que atender, en vez de apoyar a su formación. Yolanda Díaz ha preferido trabajar en pos de su reforma laboral, que finalmente fue aprobada la semana pasada, en vez de apoyar a Pablo Fernández. Lo mismo le ha pasado a Pedro Sánchez, más pendiente de seguir subiendo los impuestos e impasible ante los grandes aumentos en los precios de los carburantes. Que la gasolina y el diésel estén por las nubes no es algo que preocupe lo más mínimo al Ejecutivo. Además, el PSOE asegura que no solo no tomará medidas para contener el alza del precio del combustible, sino que además pretende que el diésel cueste lo mismo que la gasolina, que ya ronda 1,70 euros el litro en más de una estación de servicio. Así, tanto Sánchez como Díaz han estado ocupados en otros menesteres, dejando solos ante el peligro a los candidatos de sus partidos frente a las elecciones