Alberto Garzón está en el punto de mira tanto de la opinión pública como de los políticos que no dudan en atacarle a la menor ocasión posible. Desde que se dio a conocer su entrevista con un medio extranjeros y todos los políticos de la oposición pusieron en el foco mediático en sus declaraciones sobre la industria cárnica y las macrogranjas, la polémica no ha dejado de rondar al ministro. El Partido Popular no ha dejado pasar ninguna ocasión para cuestionar todas las acciones de Garzón, hasta el punto de utilizar sus declaraciones en la campaña electoral para la llamada a las urnas del próximo 23 de febrero en Castilla y León. Ahora, le han acusado de dañar la reputación de hasta 24 sectores, y es que el PP tiene un objetivo claro: eliminar el Ministerio de Consumo, es decir, el departamento que Alberto Garzón dirige.
Carmen Riolobos, la diputada del Partido Popular, ha sido la encargada de defender la proposición no de ley a través de la cual los populares piden suprimir el Ministerio de Consumo. Y es que, según ha asegurado Riolobos, «Garzón ha dañado la reputación de 24 sectores». Así, la diputada durante su intervención en el Congreso de los Diputados detallaba una lista de áreas que ya han sufrido el huracán Garzón, afectando a la reputación de diversos sectores. Desde el atril de la Cámara Baja, la diputada destacaba el de agricultores, ganaderos, veterinarios, empresarios y autónomos, fuerzas de seguridad del Estado, el jefe del Estado, turismo, carne, aceite, jamón, dulces, telecomunicaciones, publicidad, sector tecnológico, bebidas azucaradas, bebidas energéticas, azúcar, juego, juguetes, cocineros, restaurantes, bares, atención al cliente y comunidades autónomas.
Una diputada del pp DICE QUE Garzón ha dañado la reputación de 24 sectores
La iniciativa para eliminar de la cartera de ministerios el de Consumo ha sido promovida por el grupo de los populares. Y es que el partido que dirige Pablo Casado considera este departamento «inútil» y opinan que sus competencias deberían repartirse entre el Ministerio de Sanidad, dirigido por Carolina Darias, y el Ministerio de Haciendo, que lidera María Jesús Montero. Sobre esta cuestión, la portavoz y diputada del Partido Popular, Cuca Gamarra, ya explicó la ineficacia del departamento de Consumo y detalló que era algo que pagaban todos los españoles y que cuenta con un ministro «desocupado que se dedica a atacar a todos los sectores productivos».
Por ello, los populares, tras conocer las declaraciones de Alberto Garzón durante una entrevista en un medio extranjero, decidieron registrar la iniciativa. Y es que, el ministro de Consumo dejó claro que la carne que se exporta desde España no solo es mala calidad, sino que proviene de animales maltratados. Esto provocó que toda la industria cárnica pidiera en bloque su dimisión por perjudicar su negocio meses después de haber pedido a la población que comiera menos carne y pedía que abandonara «su campaña contra la ganadería española«. Además, criticaban que el político vinculara «de forma estrecha» el consumo de la carne con el cambio climático y la desertificación.
Aunque la polémica con el sector cárnico no ha sido la única que ha protagonizado Alberto Garzón. Desde la formación que dirige Pablo Casado han destacado que muchos sectores han sufrido los desprecios de Garzón, que lo único que provoca es perjudicar a la Marca España. Por ello, Riolobos afirma que lo que esperan los españoles es que Sánchez anuncie su decisión de cesar a Garzón y suprimir el Ministerio de Consumo, ya que, según considera, es un ministro «irresponsable e incompetente y no defiende a los consumidores». Además, ha añadido que está «obsesionado» en imponernos cómo tenemos que comer, comprar y comportarnos. «No ha aprobado ni una ley y está siempre inmerso en polémicas indebidas y antepone su ideología comunista y sus intereses particulares a los intereses de los españoles, siguiendo el modelo cubano».
Así, las declaraciones sobre el sector de la carne son solo la gota que colma el vaso. Garzón y sus «garzonadas» se han convertido en el hazmerreír del Gobierno. El ministro de Consumo, Alberto Garzón, no ha gastado mucho, pero ha compensado su timidez con el dinero público con una serie de escándalos políticos que le han convertido en el hazmerreír del Ejecutivo. Garzón rescató a una codorniz porque la vio en el suelo cuando estos animales viven generalmente ahí y no en los árboles, una anécdota que deja meridianamente claro cómo se las gasta este político. No saber nada sobre las codornices puede ser normal en alguien de ciudad que no está acostumbrado a lidiar con estos animales, pero no lo es tanto que un ministro de Consumo se dedique a perjudicar una industria que en España mueve cerca de 27.000 millones de euros y que ponga en pie de guerra a todo un sector fundamental para la economía del país.
Esto viene acompañado, meses atrás, de otras declaraciones de Garzón en las que decía que comer carne no era saludable; a lo que el presidente del Gobierno (de su propio Ejecutivo) respondió en público que «donde se pusiera un chuletón…». Pero esto es solo otra anécdota que conviene aderezar con el hecho de que el ministro sirvió en su boda a sus 270 invitados un plato de solomillo y otro de foie. Garzón no ha dejado de hacer el ridículo desde que llegó al Gobierno obligando a los dirigentes a posicionarse ante cosas absurdas. Otra prueba de ello es la «huelga de juguetes», cuya idea era la de acabar con el sexismo de los juguetes. Durante las vacaciones de Navidad, el ministro se planteó la posibilidad de irse a Escocia de vacaciones con los suyos, algo para lo que pidió nada menos que varios escoltas para que le protegieran en el país desde el 30 de diciembre hasta el 6 de enero de 2022. También ha estad en el centro de la polémica con la legalización de la marihuana.