El líder del PP, Pablo Casado, abrirá el curso parlamentario marcando distancias con el Gobierno de Pedro Sánchez en varios temas clave que marcarán la agenda esta semana, entre ellos la nueva Ley de Vivienda que aprobará el próximo martes el Consejo de Ministros o la reforma laboral, cuyo real decreto ley se somete a convalidación en el Congreso el próximo jueves.
La gestión «arbitraria» que, según los ‘populares’, se está realizando de los fondos europeos, y la polémica creada a raíz de las palabras del ministro de Consumo, Alberto Garzón, por las macrogranjas y su carne de peor calidad centrarán también la ofensiva parlamentaria de Casado en las próximas semanas.
Casado reunirá el próximo martes en la Cámara Alta a sus diputados y senadores para fijar los ejes prioritarios de la acción de oposición del Grupo Popular coincidiendo con la apertura del nuevo periodo de sesiones.
La próxima semana se reanudan las sesiones de control en ambas Cámaras. Sin embargo, este próximo miércoles el líder del PP no podrá preguntar a Pedro Sánchez en el Pleno del Congreso porque el presidente del Gobierno estará de viaje en Emiratos Árabes para asistir a la Expo de Dubai.
Dado que la segunda semana de febrero no hay sesión plenaria por las elecciones de Castilla y León del 13 de febrero, los ‘populares’ se han quejado de que no podrán pedir cuentas al jefe del Ejecutivo hasta el 16 de febrero.
EL PP VE «EXPROPIATORIA» LA LEY DE VIVIENDA, QUE PREVÉ RECURRIR
En este arranque del curso parlamentario, Casado expondrá a los suyos las prioridades del próximo periodo de sesiones. Lo hará en una semana con dos temas clave encima de la mesa: la nueva Ley de Vivienda que el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar ese mismo martes; y el debate y votación en el Congreso del real decreto ley para convalidar la reforma laboral.
En materia de vivienda, Casado considera que la nueva ley que quiere aprobar el Gobierno es «expropiatoria» y ya ha advertido que el Partido Popular recurrirá esa ley si el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos la aprueba en contra del criterio del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), algo que, a su juicio, sería una «cacicada».
Por lo pronto, y después de la polémica abierta por el informe preceptivo del órgano de gobierno de los jueces, el Ejecutivo ha subrayado que la futura Ley de Vivienda «no invade las competencias autonómicas», según remarcó este jueves la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez.
EL PP SE MANTIENE EN EL «NO» A LA REFORMA LABORAL
Además, el jueves 3 de febrero se someterá a debate y votación en el Congreso la reforma laboral del Gobierno que recoge el acuerdo alcanzado con los agentes sociales. El Ejecutivo está intentado buscar apoyos en una votación que se presenta complicada después de que ERC, Bildu, la CUP y el BNG hayan escenificado un frente común para reafirmar su rechazo a la norma del Gobierno en caso de que no acepte negociar cambios.
El líder del PP se mantiene en su «no» a la reforma laboral, a pesar de que el pasado miércoles, en la charla telefónica que mantuvo por la crisis de Ucrania con el presidente del Gobierno, éste le pidió que el Grupo Popular al menos se abstenga.
Casado ha explicado que el PP no quiere «derogar, aunque sea parcialmente, una ley que funciona», como es la de 2012, y ha recriminado a Sánchez que ahora busque su apoyo cuando «no se ha dignado» a preguntar a su partido en los nueve meses que ha estado negociando con los agentes sociales ni le ha dado «vela en este entierro».
REPITEN EL MENSAJE «MAÑUECO O SANCHISMO» ANTE EL 13F
La reunión de Casado con sus diputados y senadores se produce en plena campaña electoral de las elecciones de Castilla y León del 13 de febrero, en la que toda la cúpula del PP se volcará para apoyar a su candidato, Alfonso Fernández Mañueco, que aspira a poder gobernar en solitario.
Se prevé que el presidente del PP aproveche este encuentro para animar a los suyos a apoyar al PP de Castilla y León. Los ‘populares’ ya presentan esta campaña como la elección entre dos opciones: «Mañueco o sanchismo» porque, en palabras de Casado, los demás son «aliados» de Sánchez, incluidos Cs y Vox, porque al «dividir» el voto del centro y la derecha ayudan a la izquierda a llegar a los gobiernos.
