La Infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarín, han anunciado este lunes que ponen fin a su relación, tras 24 años de matrimonio y cuatro hijos en común.
El anuncio de la separación se produce después de que la semana pasada la revista ‘Lecturas’ publicara unas fotos de Urdangarín paseando con otra mujer de la mano, que resultó ser una compañera del bufete de abogados en el que trabaja en Vitoria. El propio marido de la infanta vino a confirmar la noticia y aseguró que la pareja iba a gestionar la situación «de la mejor manera posible».
La hija menor de Don Juan Carlos y Doña Sofía conoció a Urdangarín durante los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996, en los que este participó como jugador de la selección de balonmano. La pareja se casó el 4 de octubre de 1997 en la Catedral de Barcelona, ya convertidos en Duques de Palma por decisión del entonces rey.
El matrimonio tuvo su primer hijo en 1999, Juan Valentín, al que siguieron otros tres más: Pablo Nicolás (2000), Miguel (2002) e Irene (2005).
En los años que siguieron, Doña Cristina, la primera mujer de la Casa Real con un título universitario tras licenciarse en Ciencias Políticas en 1989, compaginó sus actos en representación de Zarzuela con su trabajo en la Fundación La Caixa, para la que sigue trabajando hoy en día.
En abril de 2009, la familia anuncia que traslada su residencia a Washington después de que Urdangarín fuera nombrado consejero internacional de Telefónica, lo que obligó a la infanta a abandonar temporalmente el puesto que ocupaba en la Fundación la Caixa.
A finales de 2011, Urdangarín es imputado en una pieza separada del ‘caso Palma Arena’ comenzando así todo un calvario judicial en el que también se vio inmersa Doña Cristina por su relación tanto con la sociedad Aizoon como con el Instituto Nóos, si bien inicialmente no se la imputó.
IMPUTADA EN EL ‘CASO NÓOS’
Sin embargo, en abril de 2013 la infanta es imputada por primera vez en el caso, aunque el recurso de Anticorrupción hizo que la decisión del juez se revocara, pero finalmente el 7 de enero de 2014 el juez José Castro la imputaría. La Audiencia de Palma confirmó dicha imputación como cooperadora en dos delitos fiscales cometidos por su marido pero sobreseyó el de blanqueo.
En medio de este proceso, la familia se había trasladado en 2012 de vuelta a Barcelona y en septiembre de 2013 Doña Cristina se instala con sus hijos en Ginebra, donde la destina la Fundación La Caixa y donde sigue residiendo a día de hoy.
El 11 de junio de 2015 el Rey Felipe VI revoca el título de Duquesa de Palma que su padre había dado a su hermana tan solo dos semanas antes de que la Audiencia de Palma confirmara que tendría que sentarse en el banquillo.
El esperado juicio comenzó el 11 de enero de 2016. Durante todo el proceso previo y en su declaración durante el juicio, Doña Cristina se escudó en su confianza en su marido y en su desconocimiento sobre las gestiones que este llevaba a cabo, asegurando en repetidas ocasiones que no recordaba o desconocía los hechos por los que le preguntaban.
CRISTINA ABSUELTA, URDANGARÍN CONDENADO
Finalmente, el juicio quedó visto para sentencia el 22 de junio de ese mismo año pero el fallo no llegó hasta el 17 de febrero de 2017. La Audiencia de Palma absolvió a la infanta Cristina como cooperadora necesaria en dos delitos fiscales cometidos por su marido en 2007 y 2008 pero la condenó a una multa de más de 265.000 euros como responsable a título lucrativo por el ‘caso Nóos’.
Por su parte, Urdangarin fue condenado a seis años y 3 meses de cárcel y multa de 512.553 euros por delitos de prevaricación, malversación, fraude, tráfico de influencia y dos delitos fiscales relacionados con la actividad de la citada entidad sin ánimo de lucro.
Tras conocerse el fallo, el abogado de la infanta, Miquel Roca, aseguró que esta veía «injusta» la condena contra su marido. «Ella creyó, cree y seguirá creyendo en la inocencia de su esposo», señaló el letrado.
El 12 de junio de 2017 la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo decidió rebajar en cinco meses la sentencia contra el ya exduque hasta los 5 años y 10 meses, y también decidió rebajar a la mitad la multa dictada contra Doña Cristina (de 265.088 a 136.950 euros).
Urdangarín ingresó el 18 de junio en la prisión de Brieva (Ávila), una cárcel de mujeres en la que se habilitó un módulo específico sin contacto con el resto de presos para que cumpliera la sentencia.
En septiembre de 2019 se le autorizó, pese a la oposición de la Fiscalía, a que saliera dos veces a la semana de la prisión para hacer voluntariado en una ONG de Pozuelo de Alarcón (Madrid), y en diciembre de ese mismo año Instituciones Penitenciarias flexibilizó su segundo grado, autorizándole a dormir en el Centro de Inserción Social de Alcalá de Henares (Madrid).
Posteriormente, tras habérsele concedido el tercer grado, Urdangarín recibió autorización para cumplir el resto de condena en semilibertad en la prisión de Zaballa, en Álava, a la que llegó en marzo de 2021. Inicialmente tenía que dormir de lunes a jueves en la cárcel, mientras que por el día podría trabajar en un bufete de abogados en Vitoria, donde pasaría los fines de semana en casa de su madre, Claire Libaert.
Finalmente, el pasado junio, el hasta ahora marido de la infanta Cristina obtuvo permiso para pernoctar ya fuera de prisión todos los días de la semana. Desde entonces, la familia se ha reunido en varias ocasiones en Vitoria, la última vez en Navidad, cuando la infanta viajó desde Suiza, donde sigue residiendo junto a su hija Irene.