La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha reclamado este martes durante la reunión bilateral que ha mantenido con el ministro de Consumo, Alberto Garzón, un «apoyo sin fisuras» del Gobierno a las pequeñas y medianas explotaciones ganaderas de carácter profesional.
«Son la columna vertebral de nuestro sector y el modelo mayoritario en España y Europa. Cerca de 365.000 pequeños y medianos ganaderos y ganaderas que generan desarrollo económico y social en nuestros pueblos y producen una carne de excelencia en base a los más altos estándares del mundo en materia de calidad, sanidad, bienestar animal y respeto al medio ambiente», ha señalado el secretario general de COAG, Miguel Padilla, al término de la reunión.
De esta forma, los representantes de la organización agraria han solicitado a Garzón un «plan de apoyo concreto» para este modelo social de ganadería por parte del Ejecutivo, que potencie y proteja su desarrollo sostenible ante el inquietante «proceso de uberización del campo» y la llegada al sector de fondos de inversión especulativos.
«Estos modelos son insostenibles. Llegan, esquilman y se van. Como ejemplo, el proyecto de macrogranja de 23.000 vacas de leche que se quiere instalar en Noviercas. La producción anual estimada vendría a sustituir a 432 explotaciones familiares, destruiría 726 empleos en zonas rurales y generaría el doble de residuos orgánicos que toda la población de Castilla y León», ha puntualizado Padilla.
De esta forma, entre las medidas planteadas por COAG a Garzón destacan la exigencia de los mismos estándares a las importaciones de terceros países y un mayor control en frontera, la apertura de un grupo de diálogo entre ganaderos y consumidores para consensuar la postura española sobre el etiquetado frontal sostenible que ya trabaja la Comisión Europa y el rechazo frontal a los acuerdos de libre de comercio de la UE con terceros países, caso del Mercosur, que provocaría un impacto muy negativo sobre el 20% de la producción nacional final ganadera, (2.700 millones de euros/año), según el estudio elaborado por los servicios técnicos de COAG.
PREOCUPACIÓN POR LA CRIMINALIZACIÓN DE LA GANADERÍA
En la reunión también le han trasladado al ministro la preocupación que existe en el sector ganadero por la criminalización que está sufriendo la ganadería en los últimos tiempos. «Está totalmente injustificado colocar a los ganaderos en el centro de todos los males», ha remarcado Padilla.
«Necesitamos un debate serio, sereno y riguroso sobre el modelo deganadería que queremos en España y en Europa. Nos jugamos mantener un tejido productivo rentable y sostenible que garantice nuestra soberanía alimentaria, el futuro del medio rural y la gestión equilibrada de nuestro entorno natural», ha concluido el secretario general de COAG.
Este es el segundo encuentro que mantiene el ministro de Consumo con organizaciones agrarias tras reunirse la semana pasada con UPA en medio de la polémica por sus declaraciones al diario británico ‘The Guardian’, en las que apuntaba a la exportación de productos cárnicos españoles de peor calidad procedentes de explotaciones de ganadería intensiva.
Durante dicha reunión, UPA solicitó a Garzón que Consumo realice un esfuerzo en avanzar en que haya una diferenciación con un etiquetado para los alimentos producidos en explotaciones de agricultura y ganadería familiar para demostrar la calidad de estos productos y lograr unos precios justos.