Lidl es una cadena de supermercados que, sin prisa, pero sin pausa, ha ido teniendo cada vez más presencia en España hasta llegar a situarse entre los primeros puestos en ventas. Su estrategia low-cost es su punto fuerte, combinado con una variedad de productos que no deja de crecer, y una calidad a la altura, que no tiene nada que envidiar a la ofrecida por la competencia.
Pero como en todas partes, hay productos buenos, productos menos buenos, y productos que mejor no probar. Entre estos productos menos recomendados se encuentran algunos platos preparados, conservas, dulces, e incluso algunos de la línea vegana.
7PATATAS CONGELADAS
Otro producto de congelado que no debe formar parte de nuestros hábitos son las patatas congeladas. El problema es que están precocinadas, y antes de congelarlas se fríen en aceite de girasol refinado, por lo que su contenido en grasas saturadas es alto. Después las vamos a volver a freír y al final lo que nos estamos llevando a la boca son unas patatas que parecen inofensivas, pero que son una bomba para la salud.
Esto ocurre con las patatas congeladas de Lidl y con las de cualquier marca. Lo mejor es utilizar patatas naturales, cortarlas y freírlas en casa. Un truco: si las pones en remojo antes para que expulsen el almidón, quedarán tan crujientes como las compradas.