Lidl es una cadena de supermercados que, sin prisa, pero sin pausa, ha ido teniendo cada vez más presencia en España hasta llegar a situarse entre los primeros puestos en ventas. Su estrategia low-cost es su punto fuerte, combinado con una variedad de productos que no deja de crecer, y una calidad a la altura, que no tiene nada que envidiar a la ofrecida por la competencia.
Pero como en todas partes, hay productos buenos, productos menos buenos, y productos que mejor no probar. Entre estos productos menos recomendados se encuentran algunos platos preparados, conservas, dulces, e incluso algunos de la línea vegana.
6PIZZAS CONGELADAS
En Lidl hay una gran catálogo de pizzas para todos los gustos, refrigeradas y congeladas. En ambas opciones tenemos una variedad muy grande de sabores, incluso tres o cuatro pizzas veganas que han hecho felices a este grupo de población. Las pizzas refrigeradas tienen muy buenas opiniones por parte de los clientes, situándolas a la altura de las de Mercadona (que recordemos que están elaboradas por Casa Tarradellas).
Pero en la sección de congelados no se puede decir lo mismo. No es que no estén ricas, más bien todo lo contrario. Son sabrosas y deleitan el paladar de una forma adictiva y ese es, precisamente el problema. Para conseguir que quieras repetir, los fabricantes colocan en estos productos un montón de aditivos, azúcares, grasas y almidones, que hacen que el producto esté muy bueno, pero sea muy poco sano.