La subsecretaria del Ministerio de Defensa está causando malestar en el seno de las Fuerzas Armadas. Se trata de Amparo Valcarce y es una socialista de toda la vida que aterrizó en Defensa por obra y gracia de su íntima amiga Margarita Robles. La ministra de Defensa decidió colocarla al frente de este órgano directivo al que le corresponde la dirección, impulso y gestión de la política de personal aunque su mandato no está siendo fácil ya que las asociaciones profesionales de militares no están contentos con su gestión y denuncian que «se ha cerrado a recibirles» y «no gestiona para nada bien» sus demandas. Asimismo, fuentes del entorno de Margarita Robles apuntan a que la ministra delega en exceso sus funciones en Valcarce que pilota el ministerio cuando la titular de Defensa está de viaje.
fuentes del entorno de Margarita Robles apuntan a que la ministra delega en exceso sus funciones en Valcarce
Las críticas hacia la subsecretaria provienen de la Asociación de la Tropa y Marinería Española (ATME) que explican que fue la propia Valcarce la que se comprometió a reunirse periódicamente con ellos y no lo ha cumplido. Cabe destacar que esta asociación tiene entre sus cometidos el de ayudar a mejorar las condiciones laborales de las Fuerzas Armadas y conocen de primera mano los problemas de las escalas más bajas. No obstante, representar a los militares no es suficiente para que la subsecretaria de Defensa y mucho menos la propia ministra les reciban de forma periódica. «Tanto a nivel individual como colectivo le hemos pedido reuniones y nada… no tenemos diálogo con el ministerio«, destaca el presidente de ATME, Marco Antonio Gómez en declaraciones a MONCLOA.com
Y es que Amparo Valcarce tiene entre sus competencias la de la gestión del personal de las Fuerzas Armadas. De hecho, ella misma preside en nombre de la ministra el Consejo de Personal, una reunión en cuya última cita tuvieron que abandonar tres de las cuatro asociaciones profesionales presentes en la misma ante el «ninguneo» del ministerio por no solucionar sus reivindicaciones. Entre las demandas de estas asociaciones se encuentran subidas salariales para que todas las escalas del Ejército tengan retribuciones dignas. Fuentes que estuvieron presentes en el Consejo aseguran que la subsecretaria no dio ninguna explicación ante el plantón de las asociaciones profesionales e hizo oídos sordos ante las reivindicaciones que leyeron a través de un manifiesto antes de abandonar la reunión. Asimismo, estas mismas fuentes aseguran que la reunión se celebró debido a la filtración de una serie de documentos sobre las subidas salariales a los militares.
La mala relación de Valcarce con las asociaciones profesionales no es el único malestar que causa la subsecretaria en su ministerio. Amparo aterrizó en el departamento de Robles gracias a la buena sintonía que mantienen ambas desde hace años. Tras abandonar la delegación de Gobierno en la que fue colocada con el beneplácito del expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, permaneció en la retaguardia durante siete años esperando que algún alto cargo socialista la colocara en algún ministerio. Y el día llego ya que Margarita Robles decidió colocarla al frente de subsecretaria de su ministerio el 1 de julio de 2020 a pesar de no tener formación alguna relacionada con las Fuerzas Armadas. Fuentes de Defensa aseguran que desde su nombramiento, la ministra se apoya en ella para todas aquellas reuniones a las que Robles decide no asistir. «La ministra delega en Amparo Valcarce mucho, mientras ella está viajando, Amparo se hace cargo del ministerio», explican estas mismas fuentes.
ALTO CARGO DE DEFENSA SIN FORMACIÓN MILITAR
Amparo Valcarce aterrizó en el ministerio como aterrizan muchos altos cargos en el Gobierno de España: por afinidad y sin tener formación específica sobre el departamento que van a liderar. Gracias al «apadrinamiento» de Margarita Robles, Amparo lleva ya en el Ministerio de Defensa tres años. Primero fue Directora general de Reclutamiento y Enseñanza Militar y ahora preside la subsecretaría de Defensa en sucesión de Alejo de la Torre. Sorprende como una inspectora de Educación licenciada en Geografía e Historia puede llegar a la cúpula de las Fuerzas Armadas por simple afinidad personal con la Ministra de Defensa. No obstante, Amparo no es el único cargo con estas características ya que los órganos ministeriales dependientes del Gobierno de España están llenos de perfiles políticos que poco conocen de la materia de su departamento.
Cabe destacar que la Subsecretaría de Defensa (SUDEF) es uno de los puestos claves del ministerio. Desde este codiciado cargo se planifica y gestiona económicamente las políticas de personal, de reclutamiento, de enseñanza y sanitaria de las Fuerzas Armadas. Para llevar a cabo tal cometido, la Subsecretaría de Defensa recibe una asignación anual de más de 6.000 millones de euros. Por su parte, Amparo Valcarce recibe una remuneración que alcanza los 80.000 euros anuales por ocupar uno de los altos cargos más relevantes del ministerio gracias a su íntima amiga Margarita Robles.