jueves, 12 diciembre 2024

Génova controlará la lista electoral de la Comunidad de Madrid y retocará el equipo de Ayuso

Génova tiene bien atada su estrategia en la guerra interna por el control del Partido Popular de Madrid. El aparato del partido sabe que tiene el control de los primeros en las listas electorales. De hecho, son perfectamente conscientes de que la mayoría de los consejeros de la presidenta de la Comunidad de Madrid son suyos. Solo cuatro (más o menos) se mantienen en el bando de Isabel Díaz Ayuso: el de Educación, Enrique Ossorio, la de Medio Ambiente, Paloma Martín, el de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty y el de Transportes, David Pérez (aunque otras fuentes apuntan a que la lealtad de este consejero se ha inclinado hacia Casado). Génova quiere apartar del entorno de la presidenta a los pocos consejeros fieles que le quedan. Y de ellos, los que más preocupan al secretario general del PP, Teodoro García Egea, son Lasquetty y Martín. El primero no es una prioridad para el partido porque le consideran un político con poco recorrido, pero con Martín sí que hay fijación.

La idea que sopesan desde Génova es la de controlar la elaboración de la lista electoral a la Comunidad de Madrid. El PP no va a permitir que Ayuso ponga a quien quiera en los puestos más golosos de la lista electoral a pesar de que coquetee con la mayoría absoluta. En las anteriores elecciones ya lo hicieron, la presencia de Ana Camíns como número tres es prueba de ello. Y en estas lo volverán a hacer solo que aplicarán una política más restrictiva dada la situación que atraviesa el partido y dada la actitud que ha tenido Ayuso. Una vez tomen el control de la elaboración de las listas, desde Génova «castigarán» a los consejeros que se han mantenido fieles a Ayuso, pero harán especial hincapié en Paloma Martín, la consejera de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid.

A Ossorio le consideran completamente fuera del conflicto

David Pérez es una figura política que no genera controversia en Génova. De hecho, hay fuentes que aseguran que el exalcalde de Alcorcón no es contrario a los designios de Génova pese a que desde el principio ha exhibido una lealtad incuestionable a Ayuso. Sobre Lasquetty, es considerado por muchos como un «político con poco recorrido» porque ya tuvo su oportunidad y acabó tocado por su intento de privatizar la sanidad pública madrileña. A Ossorio le consideran completamente fuera del conflicto (y pese a que en Génova sí le ven del equipo de Ayuso, no le consideran un soldado activo) y a Martín la tienen enfilada por su excelente relación con la presidenta.

En Génova penalizarán en la lista a quien no haya sido fiel a Casado en una guerra que ha iniciado Ayuso por el control del PP de Madrid. Pero sobretodo buscarán la forma de castigar a Paloma Martín dado que consideran que ha «traicionado» la confianza de Casado. Si está en manos de Teodoro, que lo estará, el controlar la lista electoral independientemente de que Ayuso sea o no presidenta del PP de Madrid, la que saldrá peor parada, según auguran fuentes del Partido Popular, será Paloma Martín. La consejera de Medio Ambiente no las tiene todas consigo para repetir en el cargo por más que Ayuso quiera premiarla. Ya no es solo una cuestión de validez política, sino de traiciones y de bandos. Y Génova tiene en el punto de mira a Martín.

Si Paloma consiguió crecer y ascender desde su cargo de asesora de Alberto Ruiz Gallardón fue gracias a que Génova decidió darle una oportunidad tras otra. El problema es que cuando se inició la legislatura en la Comunidad de Madrid, Martín fraguó una relación inmejorable con la presidenta autonómica. El buen trato entre Martín y Ayuso derivó en una amistad tal que ahora Génova la tiene fichada por ser un activo importante del equipo de Isabel Díaz Ayuso. No es de extrañar que la presidenta de la Comunidad de Madrid quisiera e intentara cambiarla de consejería por una con más responsabilidad en las anteriores elecciones. Algo que no acabó por salir porque no consiguieron mover a Enrique Ruiz Escudero de su consejería.

La idea es que no repitan muchos de los consejeros de Ayuso. Pero la principal fijación de Génova es Paloma Martín por dos razones. La primera, quieren arrebatar a la presidenta autonómica uno de sus principales apoyos en Sol. Y la segunda, quieren «castigar» políticamente a Paloma Martín por haber traicionado la confianza que desde Génova depositaron en ella cuando tan solo era una simple asesora del PP. En el aparato del partido entienden que Martín les debe a ellos y no a Ayuso su puesto en la Comunidad. Y ahora quieren demostrárselo apartándola de la Consejería de Medio Ambiente.

Los demás consejeros fieles a la presidenta también corren riesgos. Algunos más que otros, pero al menos tres de los cuatro están en el punto de mira de Teodoro García Egea. Sea como sea e independientemente de que Ayuso consiga ganar el congreso para presidir el PP de Madrid, lo cierto es que Génova tiene pendiente dar un golpe sobre la mesa para demostrarle a la presidenta de la Comunidad de Madrid quién tiene el control y la autoridad para decidir qué se hace en cada sitio. Casado manda. Y eso es lo que quieren demostrar con la cabeza política de Paloma Martín.