Aún quedan comidas y cenas navideñas. No obstante, seguro que habéis comprado marisco, sobre todo lo más típico: langostinos o gambas, y seguro que al comerlo habéis chupado las cabezas para sacar todo su jugo y su sabor. Pues veamos si es recomendable o no hacerlo y qué pasa con ello, para bien o para mal. De esta forma serás todo un experto consumidor de mariscos en general y de langostinos en particular incluso en detalles como este.
2CUIDADO CON LOS METALES PESADOS
Seguro que has oído hablar de los disruptores endocrinos. Nuestra vida moderna hace que estemos continuamente expuestos a elementos que afectan nuestro sistema metabólico y endocrino. Uno de los más peligrosos son los metales pesados, presentes también en la alimentación. Porque estén en productos tan sanos y ricos como el marisco, no quiere decir que no te afecten negativamente. Es el caso de los langostinos y sus cabezas.