Pasapalabra: Roberto Leal desmonta el falso mito de ‘el rosco’

Pasapalabra es un concurso televisivo con más de 20 años de éxito, aunque en esas dos décadas aún no ha conseguido librarse de una polémica que he acompañado durante toda su trayectoria. Efectivamente, nos referimos al famoso ‘rosco’, la prueba final del programa y en la que se depositan todas las esperanzas (y conocimientos de los concursantes). Su dificultad es alta, de ahí a que se acumulen botes tan cuantiosos programa tras programa. Pero cuando se producen duelos entre dos participantes que se prolongan durante mucho tiempo, la polémica se reaviva. ¿Son igual de difíciles los dos roscos? ¿O puede que a veces se trate de favorecer a uno de los lados?

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CÓMO SE HACEN ‘LOS ROSCOS’ DE PASAPALABRA

Pero, ¿cómo se elabora ‘el rosco’ de Pasapalabra? La polémica de esta prueba no es nada nuevo, y el guionista del concurso, Borja Pérez, ha tenido que explicar el proceso de creación para conseguir que los dos tengan el mismo nivel de dificultad para un duelo equitativo entre los concursantes. Su elaboración comienza en el departamento de guion, donde cuatro guionistas escogen las 25 palabras que componen cada uno de los roscos. Estas palabras se eligen libremente, pero teniendo en cuenta un criterio: 20 de ellas son más o menos fáciles, y casi todos podemos sacarlas, y las restantes son más difíciles, para marcar la diferencia entre quien gana el bote. “Estamos en una etapa en la que los concursantes vienen muy preparados y ganar el bote, ahora mismo, tiene mucho mérito”, reconocía Borja.