El fallecimiento de Verónica Forqué a los 66 años ha dejado conmocionado a todo el país, tanto por la pérdida de una gran actriz, como por las circunstancias de su muerte. La actriz decidía poner fin a su vida tras varios años luchando con una profunda depresión. Pero además el suceso ha avivado el debate sobre los límites éticos de la televisión, una industria capaz de exprimir al máximo a las personas por conseguir algo más de audiencia.
2SU DEPRESIÓN EMPEZÓ EN 2014
Ciertamente, Verónica Forqué arrastraba una depresión desde hace años que se desencadenó en 2014 cuando decidió divorciarse de su marido y padre de su hija, Manuel Iborra. La actriz quería mucho a su marido, pero tras un matrimonio de 20 años, sentía que su vida juntos ya no le hacía feliz. Sin embargo, este cambio afectó mucho a su salud mental, aunque dos años después se sitió lo suficientemente fuerte como para hablar de ello.