El presidente en funciones del PP de Madrid y eterno político, Pío García Escudero, ha exhibido su apoyo total a Pablo Casado. Estos eternos supervivientes de la política lo son por algo. Y cuando García-Escudero se ha entregado en cuerpo y alma al secretario general del PP de Madrid, Teodoro García Egea, es porque el senador pretende sobrevivir por más años. Lo curioso es que en este caso, el presidente del PP de Madrid ha querido demostrar a Casado su lealtad prohibiendo mediante carta a todos los dirigentes del partido que celebren actos de Navidad, algo que fuentes de Génova aseguran que es un intento «chapucero» de contener el efecto Ayuso de cara al congreso del PP de Madrid dado que quieren evitar que la presidenta de la Comunidad de Madrid se acerque a los militantes. El Ayuntamiento de Madrid y los consistorios locales han hecho lo que han querido (copas de Navidad, cenas y de todo proque lo han camuflado con los funcionario), pero Ayuso tiene el foco sobre ella y si celebra un acto multitudinario, todo el PP se le echará encima.
La guerra del PP está cogiendo unos tintes algo «patéticos», tal y como reflejan fuentes del partido. El hecho de que Ruiz-Escudero acepte la autoridad de Génova y mande una carta a todos los dirigentes populares de la Comunidad de Madrid para prohibirles celebrar actos de Navidad amparándose en el coronavirus es prueba de ello dado que tiene la clara intención de evitar que Ayuso celebre un evento multitudinario. La lectura que han hecho desde Génova es que Casado tiene el apoyo del aparato del partido mientras que Ayuso cuenta con el fervor de los militantes. Y en una situación así, Casado tiene las de perder siempre que se cumpla el análisis de Génova.
En este sentido, para el partido era importante evitar cualquier acto o evento multitudinario que acercara a Ayuso a los militantes y que las cámaras captaran precisamente ese fervor. La idea era evitar esa imagen de una horda de populares coreando a Ayuso al grito de «presidenta» (ya fuera del Gobierno o del PP de Madrid). Y el arma elegida por Teodoro García Egea para contener esa imagen ha sido precisamente Pío García-Escudero, un político que lleva en la «profesión» casi dos vidas de Casado. Lo curioso y lo que enciende los ánimos en Sol es que los ayuntamientos populares no se han dado por aludidos en esa carta de Pío y han celebrado copas de Navidad y otras cenas similares con los funcionarios sin que Génova haya levantado la voz. La preocupación se centra en la presidenta de la Comunidad de Madrid y es la única que sabe que si celebra un evento conllevará otro choque directo con la cúpula del partido.
El aparato del partido apoya a Casado. Y esto tranquiliza en cierto modo a Teodoro, el encargado de ejercer la autoridad propia de Génova para que las delegaciones territoriales la apliquen. Sin embargo, parece que en el partido temen a sus propios militantes. El efecto Ayuso ha calado precisamente en los votantes, no entre los que conforman el Partido Popular, y esto ha empujado a Génova a prohibir curiosamente los eventos de diciembre.
La idea era directamente evitar actos de precampaña para un congreso por el PP de Madrid que aún no tiene ni fecha señalada
Desde Sol, por supuesto, se han dado por aludidos con esta carta de Pío. Ellos entienden que es un ataque directo a Ayuso que busca evitar que la presidenta de la Comunidad de Madrid se acerque a los militantes. Los ánimos están más caldeados si se tiene en cuenta, tal y como aseguran desde la Comunidad de Madrid, que en otros ayuntamientos sí que se han sentido en la libertad de celebrar los actos que considerasen sin que hubiera respuesta de Génova. La idea era directamente evitar actos de precampaña para un congreso por el PP de Madrid que aún no tiene ni fecha señalada. Y lo han conseguido, pues desde Sol tampoco quieren un choque frontal en estos momentos.
Desde Sol temen que esto sea solo la punta del iceberg. Saben que Casado sueña con no celebrar el congreso del PP de Madrid antes de las elecciones generales y son perfectamente conscientes de que si está en su mano, Casado atrasará el congreso del PP de Madrid sine die para que Ayuso no tenga acceso a ese trampolín que quiere para arrebatar la presidencia del Partido Popular a Pablo Casado en caso de que éste pierda las elecciones generales en el año 2023.