La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, ha destacado a BBVA y a Banco Santander como actores principales en el sistema financiero latinoamericano, debido a su posición de mercado en economías como México o Brasil y por su cuota en términos de préstamos y depósitos.
Así lo ha afirmado durante su intervención en un Webinar organizado en conjunto por el Fondo Latinoamericano de Reservas y el Banco de España. Delgado ha resaltado que «América Latina tiene actualmente una gran relevancia para el sistema bancario español, como consecuencia de la expansión de los principales bancos españoles en la región».
En concreto, esta expansión comenzó en la década de los 90 y continuó durante la siguiente, para consolidar en la actualidad una posición sólida en este mercado. De hecho, Santander y BBVA son actores principales en el sistema financiero de muchas economías de la región, en especial en México y Brasil.
En el caso de México, ocupan el primer y el tercer puesto en el ranking del país, concentrando aproximadamente el 36% de los préstamos y depósitos. En Brasil, Santander es el primer banco privado de capital extranjero por volumen de operaciones, con una cuota de mercado cercana al 10%.
Además, en otras economías, como Chile, Colombia, Perú, Argentina o Uruguay, uno de los grupos o los dos poseen filiales significativas con cuotas agregadas de mercado superiores al 10% en todos ellos.
De su lado, Delgado ha destacado que los beneficios procedentes de México representaron un 21% del total de los grupos y un 24% de los beneficios procedentes del extranjero.
«El negocio de los bancos españoles en América Latina se ha convertido en una de las fuentes principales de ingresos, así como un factor de estabilización de la cuenta de resultados, gracias a la diversificación que aporta su presencia en esta región», ha apostillado Delgado.
BALANCE POSITIVO DE LA EXPANSIÓN INTERNACIONAL.
Adicionalmente, la subgobernadora ha dejado claro que el balance de la expansión internacional de la banca española en la región es «muy positivo» en líneas generales.
Delgado ha explicado que el modelo seguido por las entidades financieras en la región les ha permitido mitigar la desincronización entre los ciclos económicos entre España y las economías latinoamericanas. Además, la descentralización les ha permitido tener fuentes de financiación más estables al depender en menor medida de los mercados de capital e interbancarios.
En este sentido, la diversificación de la banca española ha tenido un efecto positivo en su resiliencia, además de haber contribuido a fomentar una mayor financiación y vinculación con el sector empresarial local y con las firmas españolas presentes en la región.
«La región latinoamericana se ha convertido en un área estratégica para el Banco de España», ha sentenciado Delgado.
EXPOSICIÓN INTERNACIONAL.
No obstante, ha explicado que en el plano de la política macroprudencial el Banco de España realiza anualmente un ejercicio de identificación de los países que pueden representar un mayor riesgo para el sistema bancario español por la proporción de las exposiciones internacionales del mismo.
Este ejercicio se realiza en línea con las recomendaciones de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS), la cual define un umbral del 1% en tres categorías de exposiciones –originales, ponderadas por riesgo y las impagadas–.
Los países que superan este umbral en cualquiera de estas categorías se definen como terceros países materiales por ser países fuera de la Unión Europea. En 2021, se identificaron ocho países materiales, cinco de los cuales se encuentran en América Latina (Brasil, México, Chile, Colombia y Perú).
De hecho, las exposiciones a América Latina suponían, a finales de 2020, un cuarto del total de exposiciones de la banca fuera de España, incluida la Unión Europea. Esta proporción es, incluso, superior al de las exposiciones a economías de la propia Unión Europea.
SITUACIÓN ECONÓMICA PARTICULARMENTE AFECTADA POR LA PANDEMIA.
Pese a los buenos datos cosechados por la banca española en Latinoamérica, Delgado también ha señalado que la situación económica de la región se ha visto «particularmente afectada por la pandemia», con una contracción del 7% del PIB en 2020 y una elevada heterogeneidad entre países.
Sin embargo, la subgobernadora ha puesto una nota positiva en el plano macroeconómico por la reciente recuperación de la actividad a partir del tercer trimestre, especialmente en las economías andinas, gracias a un fuerte repunte del consumo privado. Dicha recuperación se ha visto impulsada por programas de estímulos fiscal y monetaria, aunque en un entorno de elevada incertidumbre internacional.
En este escenario, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento del 6,3% para el conjunto de América Latina y el Caribe para este año, mientras que las economías de Chile, Colombia o Perú han recuperado los niveles prepandémicos en el tercer trimestres.
Por último, Delgado ha apuntado que el reto en la región pasa por adaptarse a una situación en la que, si bien la recuperación económica se está afianzando, las medidas de soporte van a ir desapareciendo paulatinamente en un contexto en el que aún persisten desequilibrios macroeconómicos y sociales importantes y en el que no acaban de definirse las reformas estructurales que necesitan estas economías.