Todos queremos prologar al máximo nuestra esperanza de vida, sin embargo, el ritmo de vida actual nos empuja a tomar ciertos hábitos que no son nada beneficiosos para la salud, y que pueden estar abocándonos a una muerte prematura. La teoría ya nos la sabemos: alimentación equilibrada, menos azúcares, más verduras, y dejar lejos el consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias tóxicas. Sin embargo, hay algunas cosas que la mayoría podemos estar haciendo a diario y que, sin ser aparentemente nocivas, pueden estar restándonos años de vida de forma sutil y poco a poco.
6SENTIRSE DECAÍDO CON FRECUENCIA
La depresión o los estados de tristeza prolongados están muy relacionados con la muerte prematura, tal y como se ha concluido tras numerosos estudios. Al igual que la ira, este estado mental negativo también tiene efectos fisiológicos que afectan a la salud. Uno de los estudios, realzado en 2017 en Canadá, analizó la vida de un grupo de personas entre el año 1952 y 2011. Entre los datos que extrajeron comprobaron que un hombre deprimido de 25 años podría vivir de media 39 años más. Mientras que uno de la misma edad sin depresión, vivía hasta 51 años más de media. Estos estudios no hacían referencia al suicidio como causa de muerte, sino a otros factores. Por ejemplo, la falta de motivación puede provocar malos hábitos de alimentación, falta de cuidados médicos, adicciones, sedentarismo, etc. Si el decaimiento forma parte de tu día a día, toma el control y consúltalo cuanto antes con un experto.
