El Partido Popular se ha quedado sin cantera porque los más jóvenes han dado el salto de NNGG a la dirección de Génova sin pasar por caja. Al menos es la sensación que todos comentan cuando se habla sobre la proyección de las Nuevas Generaciones. Han pasado meses desde que se nombrara a la diputada Beatriz Fanjul como presidenta de la Masía popular y de momento la percepción sobre la labor de la joven parlamentaria es pésima por parte de los altos dirigentes de Génova. Desde aquel fatídico discurso en abril de 2021 en el que humilló a más de uno, el Partido Popular tiene la sensación de que se ha quedado sin cantera y busca soluciones. Hay algún que otro nombre sobre la mesa, como el de la diputada autonómica Noelia Núñez, pero lo cierto es que la guerra del PP de Madrid ha aparcado el interés del Partido Popular en las Nuevas Generaciones. Entretanto, las críticas hacia Fanjul crecen por instantes.
La última peripecia de Beatriz Fanjul se ha convertido en la comidilla de algunos dirigentes del PP. En las comidas, se comenta la nueva metedura de pata de Fanjul como una losa más que pesa sobre el perfil de la joven diputada. La parlamentaria vasca se lanzó a criticar el «elevado» sueldo que cobraban Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, o Mónica García, cabeza de lista de Más Madrid en la Comunidad, cuando ella cobra más que algunas de ellas por tener muchas menos responsabilidades. Lo que a ojos de Fanjul era un golpe de efecto fantástico para las redes sociales (Twitter, concretamente) al juntar en la misma fotografía a la alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau, a la miembro de la Asamblea de Ceuta Fátima Hamed, a Yolanda Díaz, a Mónica García y a la política valenciana Mónica Oltra junto a un mensaje que las criticaba por cobrar mucho para ser adalides de la «lucha obrera» se ha convertido en una losa más en su expediente. Y el PP no perdona.
341.186,22€ de lucha obrera. pic.twitter.com/d6M1HLODaN
— Bea Fanjul (@bea_fanjul) November 13, 2021
Fuentes cercanas a Bea Fanjul aseguran que la diputada estaba muy disgustada con la reacción del partido tras su discurso famoso en la campaña electoral de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, desde hace meses guarda silencio porque saben que la directiva no está nada conforme con su labor como presidenta de Nuevas Generaciones. De hecho, en el congreso del PP, en Valencia, ningún político popular se quiso acercar fuera del escenario a Fanjul. Era más fácil verla apartada del núcleo duro del partido que en la órbita de Casado, quien ha depositado su confianza en ella para que represente el papel que el presidente del partido representó hace años. Pero no parece que todo esté saliendo como le gustaría a la diputada.
En Génova se mantiene el mismo discurso con la presidencia del PP que con la de NNGG. El liderazgo estéril de ambos líderes populares es la comidilla que pesa sobre Fanjul y sobre Casado. Pero en el caso de Fanjul las consecuencias son peores, dado que Casado al menos se presentará a las elecciones generales con posibilidades de ganar. El PP quiere nuevas caras que ayuden a recuperar esa fuerza política que pierden por momentos. Y Fanjul no es una de ellas. El problema por el momento es que la guerra interna por el PP de Madrid que enfrenta a Casado y a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha dejado suspendidas todas las labores internas. Bien por Fanjul, de momento.
Nadie le reserva a la presidenta de NNGG un futuro prometedor en la política. Ya no les sirve a los directivos de Génova ninguna excusa. Las Nuevas Generaciones están descabezadas y la sensación es que se han saltado una generación dado que la de Casado no ha respetado el turno de la del presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo. Pero lo cierto es que no parece que quienes pisan fuerte por detrás de la generación de Casado vayan a tocar moqueta dado que cada vez que Fanjul, su presidenta, abre la boca, se genera una nueva brecha de críticas que harta a buena parte de quienes ocupan los despachos de Génova.
Que no es que yo simpatice demasiado con ninguna de las cinco, pero @bea_fanjul, tenga usted un poco de vergüenza. pic.twitter.com/WRPx4Zm9EB
— Alejandro Sánchez Moreno (@alejasamor) November 14, 2021
Puede ser un fallo sin mayor recorrido. Criticar que una vicepresidenta cobra mucho cuando ella, solo diputada, cobra más que el propio presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, no es algo que haga rasgarse las vestiduras a los directivos de Génova, pero sí que comentan la falta de «validez» de la joven diputada vasca para el cargo. Si tenía posibilidades de crecer en el partido, quedaron reducidas tras el famoso discurso del «no me mates, Carromero» y enterradas con el paso del tiempo. Ahora que parece que Fanjul empieza a tener más cuerda para poder hacer acto de presencia pública en favor del partido, tampoco está consiguiendo ningún efecto positivo para la formación.