La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha regresado «moderadamente satisfecha» de la XXVI Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas de la ONU, aunque reconoce que aún se está «lejos todavía de poder garantizar el éxito de los objetivos de seguridad climática» que marca el Acuerdo de París contra el cambio climático.
Durante su intervención en la sesión de control al Gobierno en el Senado, Ribera ha respondido a la pregunta de la senadora del grupo Vaso, María Mercedes Garmendia que quería conocer su valoración de la cumbre internacional, que se celebró entre el 31 de octubre y el 13 de noviembre en la ciudad escocesa de Glasgow (Reino Unido).
Así, la vicepresidente ha defendido que el cambio climático es «uno de los asuntos que debe ocupar» al Parlamento, a la calle, a las decisiones de los consejos de administración, como ciudadanos y como responsables institucionales. Así, ha indicado que en la Cumbre de Glasgow se han dado «algunos pasos adelante en temas críticos» pero aún «falta mucho» por aportar en solidaridad internacional.
«Hago una valoración, diría: moderadamente satisfecha», ha apuntado Ribera que ha destacado que los resultados de la COP26 tienen elementos «enormemente positivos», pero ha añadido que «antes de ir» se sabía que el planeta está aún «lejos todavía de poder garantizar el éxito de los objetivos de seguridad climática» marcados en el Acuerdo de París de 2015.
Además, ha trasladado a la Cámara Alta el «agradecimiento» manifestado a España por parte de la ONU y del Gobierno de Chile por haber celebrado la anterior cumbre, en diciembre de 2019, en Madrid «de manera imprevista».
La vicepresidenta ha explicado que el «enorme impacto emocional» que ha provocado la pandemia «terrible» a buena parte de los ciudadanos del planeta que han tenido pocos recursos para la recuperación económica y poco acceso a la vacunación. «Todo esto ha marcado las negociaciones», ha insistido Ribera que ha defendido la voluntad de salir adelante y de reforzar la cooperación multilateral de los países.
Ribera ha valorado el papel «particularmente importante» de los ayuntamientos y de las comunidades autónomas en la acción climática porque, aunque la responsabilidad de ofrecer gobernanza, reglas y objetivos comunes es de Naciones Unidas, la «acción» se decide en las capitales, en las ciudades, en los consejos de administración y en el comportamiento de los ciudadanos.
En ese contexto ha agradecido la participación de una delegación parlamentaria del Congreso y del Senado, de las comunidades autónomas, los entes locales y la sociedad civil española.
Entre los avances logrados, la ministra ha celebrado que se ha logrado un calendario para hacer viable ese 1,5ºC de incremento medio de la temperatura como objetivo del Acuerdo de París; un objetivo de eliminación del carbón y de los subsidios a los combustibles fósiles excepto en los países que lo necesiten; el apoyo técnico y aspectos sociales en el proceso de transformación, con especial referencia a la transición justa e incrementar exponencialmente la financiación en materia de adaptación y perdidas y daños para países en desarrollo en los que hay poco que hacer.
En cuanto a España, ha recordado que se sitúa en la acción del contexto europeo cuyo paquete de acción climática busca alcanzar en esta década el 55 por ciento de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a nivel agregado en relación con el plan de recuperación para no perder «oportunidades» en el territorio. Por su parte, la senadora vasca ha puesto de ejemplo el compromiso del Gobierno vasco que situará los objetivos internacionales como un mínimo a alcanzar y ha invitado al Gobierno de España a seguir la iniciativa vasca en el conjunto de España y que incremente una agenda más ambiciosa en mitigación y adaptación. En ese sentido, ha pedido a la vicepresidenta que impulse una gobernanza multinivel con financiación climática descentralizada.