El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, tiene un Plan B para apaciguar la guerra interna con la presidenta de la Comunidad de Madrid. Las últimas noticias que se deslizan desde Génova son que el líder popular se plantea ceder la presidencia del Partido Popular de Madrid a Isabel Díaz Ayuso siempre que negocien algunos cargos como el de secretaria o secretario general. Casado quiere mantener cierto control en la delegación del partido y sabe que si la diputada autonómica Ana Camíns, actual secretaria general del PP de Madrid, se mantiene en el cargo, tendría a una fiel escudera en un puesto de relevancia en la capital al mismo tiempo que pondría punto y final en la guerra con Ayuso. Eso siempre que Ayuso acepte los términos, dado que la presidenta autonómica ya había avisado de que su intención era colocar al diputado Alfonso Serrano al frente de la secretaría general del PP de Madrid.
Alfonso es un peso pesado dentro del equipo de Ayuso (no hay que olvidar que fue él quien gestionó la exitosa campaña electoral de la presidenta que le llevó a rozar la mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid) y desde el PP entienden que está poco aprovechado. El problema, sin embargo, radica en la lealtad de Alfonso hacia la presidenta autonómica. Para Génova, tener en la presidencia del PP de Madrid a una candidata que amenaza el liderazgo «estéril» de Casado, tal y como lo califican desde el propio partido, unido a un secretario general fiel a Ayuso no es algo atractivo, pues el PP de Madrid funcionaría como una organización independiente de las órdenes que dé Génova, especialmente las que salgan de la boca del bloqueado en Whatsapp por la presidenta y secretario general del PP, Teodoro García Egea.
Alfonso Serrano es el hombre de la presidenta. Goza de la total confianza de Ayuso y la líder popular cuenta con él para que le quite y le ponga a los candidatos en todos los municipios madrileños. El problema es que ahora Camíns se ha metido por medio siempre que salga adelante esta propuesta que macera Génova para acabar de una vez con la guerra por el PP de Madrid. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, no tiene quiere presentarse a unas primarias por porque considera que su figura puede salir muy erosionada, pero lo hará si Casado le da la orden. Sin embargo, en caso de que Ayuso aceptara mantener a Camíns en la secretaría general del PP de Madrid, puede que Almeida se ahorre el mal trago y puede que Ayuso consiga lo que quiere. Pero en la Comunidad de Madrid están muy convencidos.
Camíns y Serrano tienen algo en común. Sus líderes les han prometido cargos desde hace tiempo. Por ahondar más, ambos han coqueteado con convertirse en consejeros, pero al final la primera se tuvo que conformar con la secretaría general del partido y el puesto de senadora y el segundo con la portavocía de la formación en la Asamblea. Su perfil es de alguna forma similar, solo que sus lealtades son opuestas. Serrano dirigió la campaña de la presidenta con un notable éxito y Camíns es esa dirigente que aparece en cualquier foto en la que Casado aparezca. Ahora habrá que ver qué es de estos dos dirigentes.
si Ayuso acepta la propuesta de Génova, Serrano quedaría en una situación algo agridulce
Si Ayuso decide ir a la guerra, algo que quieren todos los que susurran al oído de la presidenta, y gana la contienda contra un Almeida teledirigido por Casado, Camíns abandonaría el programa tan pronto como Ayuso cogiera la vara de mando político. Sin embargo, si Ayuso acepta la propuesta de Génova, Serrano quedaría en una situación algo agridulce. Es portavoz, sí, pero las promesas llevan tiempo endulzando sus oídos y de momento solo ha llegado la de ser portavoz en la Asamblea, algo premiado con más salario, pero no con rédito político. Sea como sea, uno de los dos políticos, que tienen ciertas similitudes si se mira desde el punto de vista de que son los viejos prometidos, uno de los dos parece que saldrá mal parado en esta guerra.
Estas últimas semanas parece que la guerra entre Ayuso y Casado se ha sobredimensionado más de la cuenta. Génova quiere frenar de una vez por todas esta sangría y no sabe cómo. Ayuso está decidida y sobretodo considera que cuenta con el apoyo de todos los militantes madrileños y todos los responsables de distrito. El plan de Casado apuesta por ganar con una segunda vuelta a Ayuso dado que ahí el sentir del «populacho» no se tiene en cuenta. Sin embargo, hay miedo en Génova porque no saben cómo saldrían de bien o mal parados si van a la guerra. Esta solución intermedia aliviaría a todos. A Almeida porque evitaría la batalla cuerpo a cuerpo con Ayuso, a Casado porque se quita de encima el problema de erosionar su figura más frente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, a la líder autonómica porque tendría la presidencia del PP de Madrid y a Camíns porque la mantiene en el cargo. A todos menos a Alfonso Serrano, claro.