Casa Tarradellas es una de las empresas de alimentación más conocidas de España. Y es que su presencia además en las pausas de publicidad es constante. Tiene el último episodio hasta ahora en su reciente campaña elogiando la lentitud, como el famoso ensayo. Todo porque ha lanzado unas nuevas pizzas con fermentación lenta.
Pero también la marca ha sido objeto de continuos dimes y diretes sobre si es o no independentista. Y la cosa se tornó seria, porque ha sufrido varias campañas de boicot antiindependentista para que no se compren sus productos. Sobre todo en 2017, año clave del ‘procés’, donde redujo sus ventas un 18% debido a esta campaña.
CASA TARRADELLAS, CON LA BANDERA ESPAÑOLA POR DELANTE
Por eso ha sorprendido a muchos que creen en ello, ver que los envases de empanadas e incluso pizzas que van a la exportación llevan inserta la bandera española, como los que se envían a Polonia. Van más allá e incluyen un toro y una gitana, algo de lo más folclórico y reconocible como hispano. ¿Es porque Casa Tarradellas no es independentista o porque es práctica y fuera de nuestro país hace lo que conviene comercialmente para que lo identifiquen como producto español y vender más?
Lo cierto es que realmente la familia catalana propietaria de la compañía, y que preside Josep Tarradellas, nunca se ha posicionado sobre la cuestión catalana, no sabemos si por convicción o por interés comercial, aunque se haya vendido lo contrario. Por ello, se publicaron noticias negando tales circunstancias y situando este supuesto hecho como un bulo. Pero, ¿por qué surgió esta idea? ¿Estaba basada en alguna prueba o acto?
LOS SUPUESTOS CONTRATOS BASADOS EN EL ORIGEN
Surgió precisamente en 2017 y cómo no, fue en la red. Se aseguraba que Casa Tarradellas contrataba o bien a catalanes o bien a extranjeros, pero nunca españoles de fuera de Cataluña. La reacción fue de indignación y de un llamamiento al boicot, que además surtió efecto, como hemos visto.
una empresa dedicada «a la elaboración de alimentos, no a temas políticos»
Cuando este rumor vio la luz por primera vez, Casa Tarradellas aseguró que «jamás» se ha posicionado en cuestiones políticas ni tampoco sobre la cuestión catalana, sino que preferían mantenerse «al margen» por ser una empresa dedicada a la «elaboración de alimentos, no a temas políticos».
En cuanto al tema de los empleados, la compañía aseguró que nada tenía que ver con lo publicado, sino que se había producido simplemente una reducción de plantilla debido a la coyuntura y las necesidades.
UNA OFENSIVA CONTRA CASA TARRADELLAS
De ahí que se considerada hipócrita la aparición de la bandera en los envases de ensaimada o pizza que se envían a otros países. El llamamiento al boicot se dirigió también a grandes superficies que comercializan productos de Casa Tarradellas, como Mercadona, donde se la pidió a través de una campaña en change.org que cambiara de proveedor.
Con ello se extendió aún más la idea de que la compañía y la familia Tarradellas eran partidarios de la independencia ya que solo contrataban catalanes y extranjeros. Todo alimentado por el entonces reciente referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. Sin embargo, la familia nunca se pronunció al respecto, si bien tampoco se han mostrado contrarios. Es más, es una de las compañías más opacas del país a pesar de su continua presencia publicitaria, y su fundador, Josep Tarradellas, nunca aparece y hay escasas fotografías.
UN IMPERIO DE LA ALIMENTACIÓN QUE VA A LO SUYO
Lo cierto es que, como toda compañía, y más las que funcionan, como Casa Tarradellas, se muestran muy cautas a la hora de posicionarse sobre algo. Y si fueran independentistas, saben que colocar la bandera catalana o un castellet no vendería, al no identificarlo con un producto ‘made in Spain’. Por ello optan no sólo por símbolos de lo más español, sino incluso de lo más folclórico, que no usan ya muchas empresas supuestamente mucho más españolas.
La empresa fundada por Josep Tarradellas nació en 1976 y tiene su sede en la localidad barcelonesa de Gurb. Comenzó con el espetec, del que es un referente, y probó con las conservas, sin mucho éxito. Pero curiosamente se ha hecho famosa, aparte de por el espetec, por un producto tan italiano como las pizzas, dándole un toque hispano, de hecho. Además, fue la pionera en España en comercializar pizza fresca envasada no congelada.
PARTE DE SUS INGREDIENTES PROVIENEN DE OTROS PUNTOS DE ESPAÑA
Fue otro argumento que utilizó Casa Tarradellas para desmentir su sensibilidad independentista. La empresa es catalana y afincada allí, pero ellos mismos explicaron que buena parte de los ingredientes que usan para elaborar sus productos provienen de otros puntos de España. Por ejemplo, el tomate que utilizan tiene su origen en Extremadura, donde lo elabora la empresa Conesa.
En cuanto a otra acusación que surgió sobre la reducción de la dirección de origen, la empresa explicó que fue debido a un gran cambio en el envase, donde se modificó también el color y el diseño: «Es ilógico que busquemos eliminar la dirección por miedo a un boicot cuando nuestro propio nombre identifica de dónde procedemos», explicaron entonces desde Casa Tarradellas.