Se acerca uno de los momentos que menos nos gustan a los españoles: el cambio al horario de invierno. Acostumbrados a disfrutar de luz solar hasta casi la hora de la cena, este cambio de hora adelanta de forma considerable el anochecer, aunque para compensar nos permite dormir una hora más. Esta modificación en nuestros relojes se lleva haciendo en el mes de octubre de forma ininterrumpida desde 1996. Antes de ese año el cambio se realizaba en el mes de septiembre. La pregunta que nos volvemos a hacer todos un año más, es si al fin será esta la última vez que tengamos que atrasar o adelantar la hora.
4SE HARÁ DE NOCHE A LA HORA DE LA MERIENDA
El debate sobre los pros y los contras de aplicar los dos cambios de hora anuales vuelve a reavivarse una vez más. Mientras que el ahorro matinal de energía en los puestos de trabajo es un hecho, el incremento del consumo doméstico a nivel particular, se incrementa, ya que debemos conectar la luz un buen rato antes. En cuanto a las alteraciones fisiológicas, estas son, afortunadamente breves, y no pasan de una incomodidad de un par de días. Según los estudios, no se producen desórdenes importantes en los ritmos circadianos, ya que los fenómenos biológicos se siguen sucediendo más o menos a la misma hora.