Las croquetas, ese manjar al que nadie puede decir que no. Ahora bien, el freír es todo un arte. Hoy te vamos a dar los trucos para que queden crujientes por fuera y jugosas por dentro. Ahora bien, no es fácil. Hay que seguir una serie de consejos que te vamos a dar ahora para que te convierta en el rey o en la reina de la croqueta.
En un cumpleaños, en una fiesta, en una reunión con amigos o las típicas que nos dan nuestras abuelas o madres para arreglarnos la cena del día. Y es que la croqueta forma parte de nuestra vida y de los mejores momentos. Pero como te hemos dicho, el saber freír unas croquetas es todo un arte. Ponte el mandil, enciende el fuego que comenzamos a hacer uno de los platos que gusta a mayores y pequeños por igual.
1El origen de la croqueta
La croqueta, esa delicia que tanto nos gusta llevarnos a la boca, es una porción de masa hecha con un picadillo de diversos ingredientes, la cual ligada con bechamel se reboza en huevo y pan rallado. Por último se fríe en aceite abundante y es perfecta para darnos el festín. Suele tener forma redonda u ovalada, según los gustos.
El origen de la elaboración de las croquetas se localiza en España, sí, algo muy nuestro como puede ser la paella. Se tiene constancia de que el cocinero francés Antonin Carêm fue quien las introdujo en las cocinas nobles entre mediados del siglo XVIII y principios del XIX tras haberlas servido en uno de sus banquetes bajo el nombre de croquettes à la royale. Te contamos cómo prepararlas.