Tiene ambición. Eso no se lo niega nadie. De hecho, cuando se pregunta en algún pasillo de Ferraz sobre Juan Lobato, la primera palabra que les viene a la cabeza es precisamente la de «ambicioso». En cualquier caso, que el exalcalde de Soto del Real aspire a ser secretario general del PSOE de Madrid no sorprende a nadie. Lobato quiere todo. Pero sobretodo aspira a convertir el partido en el nuevo y desaparecido Ciudadanos. Lobato hablaba de recuperar ese PSOE «templado» y ahora, pese a que quiere ocultar sus intenciones, fuentes del partido auguran que está a poco de tomar los mandos del partido para ser el nuevo Ignacio Aguado sotorrealeño.
A Lobato le gusta presumir del hecho de haber sido alcalde de Soto del Real. También de haber regalado clases de inglés a parte de los sotorrealeños, aunque esta afirmación le ha costado algún que otro mal trago en su debate con Javier Ayala, donde claramente ganó el también alcalde de Fuenlabrada a ojos de los socialistas que vieron el debate como si de un partido de Champions se tratara. Pero más le gusta al exregidor de Soto del Real verse como el hombre de referencia en la Comunidad de Madrid para el Partido Socialista. Parece que Lobato cuenta con el apoyo de algunos dirigentes de Ferraz, pero ignora que Ayala podría estar más cerca suya de lo que piensa.
En cualquier caso, es extraño dar con alguien en el PSOE que no confíe en las posibilidades de Lobato. Muchos le dan por ganador porque precisamente no cuenta con la negativa de Ferraz. De hecho, cuenta con el apoyo de Mar Espinar, concejal y portavoz socialista del Ayuntamiento de Madrid, y de Mercedes González, delegada del Gobierno en Madrid y aspirante a la candidatura de la capital. Sin embargo, hay detalles que no acaban de cuadrar en el partido, como son las intenciones de Lobato con la línea ideológica que quiere seguir la formación.
Lobato habló de recuperar ese PSOE «templado». Concretamente, el sotorrealeño hablaba de buscar a ese «votante templado». Su entorno asegura que Lobato quiere convertir al PSOE en el nuevo Ciudadanos. Quizás con algunos toques más socialdemócratas que liberales, pero lo que está claro es que quien tiene todas las posibilidades de llegar a la secretaría general del PSOE de Madrid quiere seducir a esos votantes de Ignacio Aguado. Algo que parece una estrategia decente si se tiene en cuenta que la idea de Lobato es frenar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con su misma medicina: un giro al centro.
Lobato tiene experiencia. Ha sido diputado de la Asamblea de Madrid y alcalde de un municipio de 8.000 que antes se llamaba Chozas de la Sierra. Eso nadie lo duda; Lo de la experiencia. Sin embargo, ese presunto bagaje quedó algo en entredicho en el debate frente Ayala, donde el alcalde de Fuenlabrada, un municipio madrileño con casi 200.000 habitantes, le dejó en evidencia en más de una ocasión quizás, según detallan fuentes del partido, por su juventud. Pero en cualquier caso, se da la peculiaridad de que el candidato joven es quien quiere recuperar ese PSOE de centro.
Lobato mira a Ignacio Aguado como referente para seducir al electorado naranja y apuntalar ese PSOE de centro
Ayala empezó mal. TikTok le jugó alguna que otra mala pasada. Pero con el paso del tiempo ha dado una imagen más propia del partido. En el debate ganó muchos puntos, según perciben los dirigentes socialistas y los militantes, pero aunque consideran que está cerca de pillar a Lobato, reconocen que es complicado luchar contra el candidato que ha ganado el casting del nuevo PSOE. Sea como sea, el paso del tiempo han dejado claro que hay dos perfiles para fajarse este mes de octubre. Uno que no busca demasiado protagonismo, que quiere una candidata mujer para las elecciones en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de la capital y que sigue empeñado en hacerse con el voto de la izquierda y dar la batalla a Mónica García por su mismo electorado y otro candidato que mira a Ignacio Aguado como referente para seducir al electorado naranja y apuntalar ese PSOE de centro que plante cara a Ayuso.
Mientras que Lobato mira a Aguado como horizonte a seguir, Ayala se posicionó justo al otro lado del espectro ideológico. «Creo que nosstros no debemos ser Ciudadanos, sino ser nítidamente de izquierdas», comentó el regidor. Tal es la deriva conservadora de Lobato que el sotorrealeño aclaró a los suyos que pese a que miraba al centro como nicho a conquistar, hay que aclarar «no renunciar a la gente que votó a Más Madrid» y conseguir que el PSOE-M tenga “una posición más transversal”. Es decir, que abarque desde el centro derecha hasta la izquierda moderada.