Paso a paso. Si algo caracteriza al presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, es que no se suele apresurar a la hora de perseguir sus objetivos. No es impulsivo y su entorno así lo asegura. Sin embargo, esto no implica que Feijoo vaya a renunciar a sus objetivos, especialmente al de ser presidente del Partido Popular. Las encuestas van bien y Pablo Casado tiene opciones de gobernar. Sin embargo, en caso de no conseguirlo el presidente gallego sabe que se abrirá la veda. De momento, el paso dado por Feijoo es el de intentar liderar una coalición de barones populares con la excusa de Cataluña. La idea del gallego es la de contar con el apoyo de los cargos intermedios del PP para que, en caso de que llegue la guerra por la presidencia del partido, cuente con una sólida base sobre la que apoyarse para alcanzar la candidatura. Entretanto, las reivindicaciones de los nacionalistas por una financiación especialmente beneficiosa para Cataluña ha servido a Feijoo para reunir a ocho presidentes autonómicos en torno a su causa.
El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, ha anunciado una reunión que tendrá lugar en Santiago de Compostela para frenar las negociaciones entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los catalanes a la que acudirán los presidentes autonómicos de Asturias, Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, La Rioja, Cantabria y Extremadura. No todos son populares, pero sí que deja de manifiesto el liderazgo del presidente gallego, que ha sido capaz de unir a populares y socialistas bajo un mismo estandarte. Este paso de Feijoo ha sido interpretado por algunos como una forma de urdir sus alianzas de cara al futuro. El presidente de Galicia no renuncia al sueño de ser presidente del Partido Popular y, en un futuro, presidente del Gobierno, tal y como dejan claro fuentes del entorno de Feijoo.
El entorno del presidente de Galicia lleva tiempo esperando el momento adecuado para dar el salto a la presidencia PP. El problema, entre otros, es que aún no hay un sucesor claro del presidente autonómico. Feijoo ya cuenta con que irá a la capital tarde o temprano pero quiere esperar el momento oportuno. La razón por la que aún no ha dado el salto a la presidencia del Partido Popular es porque no tiene claro que vaya a conseguir su objetivo. El gallego es pausado, moderado y sobretodo paciente. Si se lanza, será porque tiene claro que ganará el trofeo. Y ahora el momento será en caso de que el actual candidato del Partido Popular no consiga acceder a la Moncloa. Ahí se abrirá un melón revisionista que dejará a Casado muy tocado y obligará a quienes quieran la presidencia del partido a dar un paso al frente.
La reunión con los presidentes autonómicos es una demostración de fuerza. Están de varios partidos, aunque muchos son del PP, y la idea es plantarse frente al trato de favor que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pretende tener con los catalanes. Se habla de un concierto catalán y de una financiación a medida que mejore las condiciones económicas de la Generalitat de forma notable. Pero no se habla de aplicar el mismo principio al resto de autonomías. Feijoo ha visto un filón en este problema y ya ha unido a diferentes presidentes autonómicos, incluido el de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page (del PSOE), contra las pretensiones del Gobierno. Pero sobretodo, Feijoo ha logrado deslizar un mensaje de unidad, incluido con los socialistas. Algo que no ha conseguido Casado en ningún caso.
Desde Génova no son ajenos a las pretensiones de Feijoo, pero saben que el talante del gallego es bien distinto al de otros barones que aspiran a presidir el Partido Popular y a ser candidatos a las elecciones generales. Mientras que Casado y su secretario general, Teodoro García Egea, temen que la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso intente asaltar el poder a las bravas, sobre Feijoo el miedo es diferente. La idea que tienen en Génova es que el gallego respetará las oportunidades de Casado hasta el final y que no maniobrará en contra del líder palenciano antes de que se demuestre que su candidatura ha fracasado estrepitosamente. No ven en Feijoo un enemigo, sino un sucesor posible. Mientras que en Ayuso el sentir es bien distinto.
Feijoo lleva tiempo hablando con otros líderes populares. Cuenta con el apoyo del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, así como el de otros barones populares como Juan Manuel Moreno Bonilla. Sin embargo, nadie duda de que si Casado gana las elecciones y suma con Vox para entrar en la Moncloa, lo más probable es que el líder popular le ofrezca un ministerio de Estado a Feijoo. La relación no es mala y el talante de Feijoo, pese a sus intenciones, no genera exceso de celo en el PP. Aún así, el presidente de Galicia ya ha empezado su carrera para ponerse en el escaparate y tener apoyos suficientes para una futura batalla. Aunque esa batalla nunca será con Casado, tal y como aseguran desde el PP gallego, sino que será con Ayuso. De ahí que Feijoo busque apoyo.