Llega el mes de septiembre y es un mes de nuevos propósitos, sobre todo desde el punto de vista de la salud con los excesos vacacionales. Toca, o al menos es la intención, ir al gimnasio o comer sano. Y uno de los modos dentro de esa dieta equilibrada es tomar carnes bajas en grasa. El pollo y el pavo son referentes, pero ¿cuál es mejor para comer más sano y con más aportación nutricional?
Y es que es un dilema común cuando ya has decidido comer sano, también en carnes y proteína, que sean blancas y ricas en lo segundo. No sabemos hasta qué punto conviene el pollo o el pavo, o igual ambos son combinables y válidos. Ahora veremos todo ello.
4EL PAVO, MEJOR OPCIÓN AUNQUE NO ARRASA FRENTE AL POLLO
El pavo destaca por ser más bajo en grasa que el pollo. Se puede apreciar la diferencia en que el 5% total de calorías de la pechuga de pavo viene de las grasas, y el 20% en la pechuga de pollo.
Por porción, la pechuga de pavo contiene también más proteína por gramo que la pechuga de pollo y es más alta en metionina (un aminoácido esencial cuya función es que el cuerpo absorba la proteína correctamente). Su concentración proteica es de 24,2 gramos de proteínas por cada 100 gramos), mientras que la pechuga de pollo ronda los 22 gramos de proteínas por cada 100 gramos. Además, el pavo tiene una mejor proporción de grasa insaturada que la pechuga de pollo.