Algunos nubarrones ensombrecen Génova 13 a pesar de que las encuestas han empezado dar alegrías a Pablo Casado, disparado desde el 4M por la hecatombe de Ciudadanos. Una de las sombras que más inquietan al Partido Popular es el juicio de la Kitchen, en general, y la estrategia de Jorge Fernández Díaz, en particular.
El exministro del Interior cree que podría ser el gran perjudicado del juicio y es por ello que ha recurrido su imputación al advertir que el juez Manuel García Castellón, cercano al PP, quiere cerrar en falso el proceso judicial.
La defensa de Fernández Díaz asegura que como él no tenía nada que temer a ‘los papeles de Bárcenas’, porque nunca ha sido señalado por cobrar sobresueldos «no tenía interés o motivación especial en una operación policial dirigida a sustraer información de aquella investigación judicial».
La defensa dice que «la interpretación del excelentísimo instructor ‘encapsulando’ los hechos en el entorno del Ministerio de Interior y rechazando la vía de investigación hacia el origen del problema, atenta contra el más elemental sentido común y contradice el resultado de las diligencias practicadas».
Y afirma que «es claro que el origen de la ‘Operación Kitchen’ ni estuvo relacionado ni afectaba al Ministerio de Interior. Y es obvio que el señor Bárcenas era el tesorero del Partido Popular, no del Ministerio de Interior y no dependía ni estaba vinculado con dicho Ministerio».
Es por ello que han pedido a García Castellón que deje de considerar como imputado a Fernández Díaz por «no someterle injustificadamente a una ‘pena de banquillo’ adicional a la ‘pena de telediario’ que ya ha sufrido».
Y es que Fernández Díaz ha advertido con pavor que María Dolores de Cospedal no ha sido imputada. Tampoco lo ha sido Ignacio Cosidó, recién relevado como consejero del PP de Castilla y León. Y también llama la atención que Mariano Rajoy no es siquiera citado por su nombre de pila en las 70 páginas de instrucción.
FRANCISCO MARTÍNEZ
Fernández Díaz ha sido imputado por los mensajes con los que le ha señalado su ex número dos en Interior, Francisco Martínez, que explicó que en el ministerio se desarrolló una operación en 2013 para frenar la posible publicación de documentación de Bárcenas.
Martínez aseguró ante el juez que «lo que se plantea, en un nivel en el que desde luego yo ni participaba ni tomaba decisiones, es decir, en el nivel del Consejo de Ministros o del Gobierno, es que hay que conseguir que todo lo que pruebe las responsabilidades penales individuales del señor Bárcenas tiene que ponerse a disposición de la justicia y que esa investigación tiene que ser exhaustiva».
Y añade: «Por eso el ministro me dice en esa fecha que me va a dar un contacto con el CNI para que yo coordine, que era mi función coordinar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado con otros servicios extranjeros o con servicios nacionales, y para que yo coordine la posible puesta a disposición de los investigadores de información sobre esta cuestión que pudiera tener el CNI«.
«Yo le digo que estaré pendiente, me dice que me lo dará después, cuando hablamos después, y esa parte ya no aparece en los mensajes. Me dice que contacte directamente con el director del Centro Nacional de Inteligencia con el cual yo hablaba con bastante frecuencia por razones elementales», subraya tras apuntar a Fernández Díaz como elemento clave en la activación de una supuesta operación parapolicial.
El exministro ha negado la mayor y, mientras espera juicio, escribe artículos para varios medios en los que critica con dureza al Gobierno de España. Es decir, que su enfado con el PP no le ha hecho cambiar de adversarios políticos.