La presidenta de Banco Santander y de la European Banking Federation, Ana Botín, ha reivindicado el papel de los bancos ante los principales retos en la transición hacia una economía sostenible y digital.
Así lo ha expresado en su intervención en el Banking Summit. «Si queremos ayudar a las compañías a recuperarse y crear nuevos puestos de trabajo, necesitamos que los bancos sigan prestando a las empresas viables», ha señalado.
Asimismo, ha incidido en que los bancos europeos deberían preguntarse por qué tienen una rentabilidad menor a la de Estados Unidos, «donde las nuevas normas se adoptan más rápidamente, con mercados de capitales desarrollados y un mercado único».
En cuanto a la transición a una economía sostenible, ha incidido en que el papel de los bancos es clave, tanto en lo relativo a préstamos como en asistencia a los negocios, y ha resaltado el papel líder de las entidades europeas en este sentido.
No obstante, hay mucho más que hacer. Ante este desafío, se necesita claridad por parte de los gobiernos, una transición suave y cooperación a nivel global.
«La transición verde incluye costes económicos que serán compartidos entre sociedades y ciudadanos. Los gobiernos deberían tener planes para asegurar que estos costes económicos y sociales se distribuyen de forma justa y son mitigados donde se necesita», ha destacado.
La digitalización es el tercero de los retos, con las grandes tecnológicas entrando en el sector financiero con ventajas «significativas» gracias a su acceso a grandes cantidades de datos y beneficiándose de una «asimetría fundamental» en cuanto a regulación y supervisión.
Botín ha señalado que no se trata solamente de una cuestión de «justicia», sino también de «protección de los consumidores, de competitividad de los mercados y estabilidad financiera».
Por eso, la EBF «acoge las iniciativas reguladoras para garantizar la unidad de estos nuevos actores», pero cree que hay que hacer más para apoyar a los tradicionales.