Uno de los recursos más usados entre padres y maestros para ofrecer momentos educativos y de ocio a los más pequeños durante y después de la pandemia han sido las manualidades, las cuales han experimentado un »boom».
Las fuentes para entretener a un niño en ocasiones pueden agotarse, una alternativa provechosa y estimulante es el pasatiempo de las manualidades o bricolaje infantil. La creación de obras, objetos o cualquier arte no solo sirve para recrear a los menores, también trae muchos beneficios emocionales y físicos que contribuyen en su desarrollo.
Las manualidades se convirtieron en tendencia durante la pandemia
Consultado a los responsables de blog de Manualidades Play, una comunidad que promueve el beneficio de realizar manualidades a todas las edades, afirman haber experimentado un aumento de tráfico a su sitio web de más de un 500% durante los meses que la población estuvo confinada en sus hogares.
Era de esperar que una vez retiradas las restricciones, se volviese a los datos anteriores, sin embargo no fue así. En aquel momento, muchas familias e incluso maestros y profesores habían descubierto nuevos recursos para entretener y educar a los niños de forma telemática, siendo cada vez más conscientes de los grandes beneficios que aporta el desarrollo de trabajos manuales a edades tempranas.
Manualidades Play cree que uno de las claves de su éxito, fue que su comunidad ofrece cada manualidad explicada paso a paso en vídeo, lo que permite seguir las instrucciones de forma cómoda y sencilla a personas de cualquier edad, pudiendo repetir o pausar las explicaciones tantas veces como se necesite. Esto sin duda, cubría una necesidad que muchos padres y docentes necesitaban en aquel momento.
Reducir, Reutilizar y Reciclar: una de las mejores formas de aprender
Hacer manualidades se ha convertido en el mejor argumento para enseñar la importancia del reciclaje. Muchas de ellas utilizan materiales cotidianos, tales como latas de conservas, tubos de cartón, papeles usados o botellas de plástico, que gracias a ideas creativas y originales se convierten en todo tipo de accesorios. Una segunda vida que supone una alternativa excelente al cubo de basura.
Durante los meses en los que la población estuvo recluida en sus hogares sometidos a importantes limitaciones de movilidad, el poder enseñar la importancia de reducir el consumo y reutilizar los recursos, han supuesto una importante lección de vida que muchos niños y el planeta agradecerán con el paso de los años.
Beneficios de la práctica de manualidades con niños
Existen múltiples estudios que han comprobado el estímulo y refuerzo psicomotor que implica la elaboración de manualidades por parte de los niños. Los psicólogos y educadores consideran que esta es una de las mejores formas de ocupar el tiempo libre de los pequeños.
En primer lugar, los trabajos manuales de arte desarrollan la creatividad y la imaginación, esto constituye la parte derecha del cerebro y ayuda a mejorar la comunicación, la forma de expresar su visión del mundo, la paciencia y perseverancia. Asimismo, se logra potenciar la capacidad de atención, ya que suelen ser actividades que necesitan de concentración y detalle.
Debido a la metodología y el seguimiento de pasos, las manualidades ejercitan la memoria, planificación y captación de instrucciones. Además, de acuerdo a los materiales trabajados, se fortalece la psicomotricidad sobre todo de los dedos y manos.
Otros de los beneficios destacados de realizar manualidades de forma autónoma siguiendo un tutorial sin la ayuda de adultos son el aumento de la confianza y la capacidad de superación, así como la mejora en la resolución de problemas.
Las manualidades, también un recurso para adultos
Y si se piensa que hacer trabajos manuales es una actividad exclusiva para niños, es importante saber que nada más lejos de la realidad, esta práctica supone un importante beneficio en adultos, que encuentran una forma de desconectar del estrés diario, por ejemplo.
En personas de avanzada edad se han convertido incluso en un algo más importante, un recurso terapéutico. Son muy utilizadas para estimular la motricidad de las manos en las personas mayores, así como para fortalecer la memoria y concentración, algo básico para paliar los efectos de importantes enfermedades degenerativas que atacan a las funciones cerebrales a personas de avanzada edad.