El director general de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior, Leonardo Marcos, ha garantizado que la isla de La Palma es «segura» y que Canarias es un «archipiélago seguro», donde la vida sigue con normalidad excepto en el área afectada por la erupción del volcán de Cumbre Vieja, en parte gracias a toda la información científica y técnica que ha permitido activar la prevención en la zona.
Marcos ha informado desde la isla de La Palma, a donde se desplazó este domingo tras iniciarse la explosión magmática, de que el frente de lava tiene una anchura de unos 100 metros de ancho y seis metros de altura y avanza a una velocidad «lenta» de entre 200 y 280 metros por hora, dependiendo de la orografía del terreno.
Hasta el momento se contabilizan daños entre 120 y 130 viviendas pero advierte de que se espera que «la cifra va a subir». En todo caso, ha destacado que la tarea previa de prevención ha permitido que de momento no se hayan producido daños materiales.
En la emergencia, que Marcos ha calificado de «importante» se cobrará daños materiales «importantes y cuantiosos» aunque no hay todavía una estimación concreta.
«Esta es una gran emergencia», ha sentenciado el director de Protección Civil que ha destacado la buena coordinación porque aunque las amenazas son «crecientes», el sistema funciona.
MEDIOS ESTATALES
En este momento participan en la gestión de la situación 270 efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil; 145 miembros de la Unidad Militar de Emergencia (UME), los miembros del soporte técnico desde el Ministerio del Interior y por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico ha movilizado 7 medios aéreos para prevención de incendios y una Brigada de Lucha contra Incendios Forestales.
Por otro lado, ha añadido que la Armada tiene un buque preposicionado por si fuera necesaria su utilización y que el Instituto Español de Oceanografía ha desplegado un buque de observación oceanográfica para investigación científica.
Marcos ha agregado que desde hace días, cuando el 11 de septiembre comenzó la actividad sísmica en la isla se desplazaron equipos del Instituto Geográfico Nacional así como el equipo de emergencias vulcanológicas del Instituto Geológico y Minero de España (IGME). Asimismo, a petición de España se ha activado el sistema de observación Copernicus de la Unión Europea.
«Hay fuerza suficiente para atender a la emergencia. La evacuación está hecha, aunque en función de como se desplace la lengua de lava se podría desalojar a más personas», ha defendido.
El director general de Protección Civil ha celebrado la disposición de las comunidades autónomas que, de manera «generalizada» han ofrecido sus capacidades autónomas.
Con todo, el Plan General de Emergencias (PLEGEM) se mantiene activado en situación 0, ya que al afectar solo a una isla no se ha considerado necesario activarlo en una fase mayor.
PREVENCIÓN
Para Marcos, la «parte positiva» de que La Palma sea una isla sometida históricamente a una gran presión sísmica es que la población está acostumbrada y por ello responde «muy bien» a la emergencia y a las recomendaciones de las autoridades. De ese modo, ha elogiado la respuesta «muy responsable» de los canarios que «hacen caso» a los avisos de las autoridades.
Sin embargo, ha pedido evitar desplazarse a la zona de operaciones cercana al volcán. En este momento hay un cinturón de 2 kilómetros de área de exclusión por seguridad.
Pero la gran diferencia de esta emergencia con erupciones anteriores en la es que en esta ocasión se dispone de una «intensísima y extensísima» información técnica y científica, gracias a los vulcanólogos de la Red Sísmica Nacional, el Instituto Geográfico Nacional o el Instituto Astrofísico de Canarias.
En cuanto comenzó el enjambre sísmico el pasado 11 de septiembre se comenzaron a activar «todos los recursos», de modo que cuando este domingo a las 15.14 horas en Canarias se inició la erupción ya se había evacuado a las personas más vulnerables.
«La información científica y técnica nos ha permitido anticiparnos», ha destacado Marcos, que defiende que «a pesar de la espectacularidad de las imágenes y de la incertidumbre, la vida en la isla es normal, salvo en la zona de operaciones».
«Esta isla de La Palma es segura y el archipiélago de Canarias es seguro», ha asegurado, aunque ha apelado nuevamente a la responsabilidad de la ciudadanía.