El comisario jubilado José Manuel Villarejo ha reclamado este miércoles al juez que investiga el presunto espionaje al ex tesorero del PP Luis Bárcenas en la ‘Operación Kitchen’ que dé a «las 100 grabaciones» que dice que hay sobre la ex secretaria general de los ‘populares’ María Dolores de Cospedal la misma importancia que a las otras que forman parte de las pesquisas judiciales y por las que le acusan.
En declaraciones a la prensa desde la Audiencia Nacional, a donde ha acudido por el interrogatorio a un investigado de la macrocausa ‘Tándem’, que gira en torno a sus negocios privados, Villarejo ha explicado que coincide tanto con el juez como con los fiscales respecto a lo que han plasmado en sus escritos por el fin de la investigación sobre ‘Kitchen’, lo cual –ha asumido– «es una contradicción tremenda».
Con el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6, Manuel García-Castellón, coincide en que «esto es una causa general y prospectiva y que, además, las grabaciones que se aportan son de origen desconocido». «Que es lo que llevo diciendo todo el tiempo», ha subrayado, antes de lanzar una petición al magistrado: «Que las 100 grabaciones que hay sobre la señora Cospedal pues sean igual de irrelevantes que el resto de las que me acusan».
Cospedal y su marido fueron imputados a principios de junio porque el instructor entendió que podrían haber tenido una participación «decisiva» en la captación del chofer de los Bárcenas como espía de la trama, pero al cerrar la instrucción a finales de julio les dejó fuera de la lista de procesados concluyendo que los indicios en su contra eran demasiado débiles.
Sin embargo, la Fiscalía Anticorrupción y las acusaciones populares de PSOE y Podemos han presentado recursos para reabrir la investigación judicial y que, en tal caso, Cospedal vuelva a estar imputada para dilucidar su rol en ‘Kitchen’.
EL TELÉFONO DE RAJOY
Otra de las cuestiones que reclaman Fiscalía y estas acusaciones es que García-Castellón siga investigando los cinco teléfonos aportados por Villarejo. Según el policía retirado, se comunicaba con el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para tenerle informado sobre el espionaje a Bárcenas y lo hacía a través de esos números de teléfono, uno de los cuales pertenecería al ex jefe del Ejecutivo.
Preguntado sobre este asunto, Villarejo ha celebrado que el Ministerio Público le «crea» por cuanto ve «coherente» su testimonio sobre Rajoy, al tiempo que se ha ratificado en el mismo. «Ese teléfono era el que utilizaba el señor presidente del Gobierno», ha afirmado, añadiendo que incluso en una ocasión el entonces mandatario le felicitó a través de Cospedal «un instante» para darle las gracias por la ‘Operación Cataluña’.
Además, ha reiterado que se le persigue por «advertir de problemas que podrían existir y que ahora están ocurriendo». «Lo triste de este país es que cuando alguien hace una crítica o simplemente cuestiona cosas que no son positivas pues hay que matar al mensajero», ha lamentado.
En su caso, después de pasar más de tres años «meditando en el Tíbet», en alusión a su estancia en prisión provisional, ha indicado que está «deseando» ir a juicio el próximo 13 de octubre, cuando se celebrará el primero por ‘Tándem’, porque entonces podrá tener acceso a toda la información que, según dice, hasta ahora se le ha negado.
Se ha quejado igualmente de que no le han permitido declarar sobre determinados asuntos, aludiendo al 11-M y a «las relaciones de Hugo Carvajal (ex jefe de Inteligencia del Gobierno venezolano) con Podemos».
Para Villarejo, resulta «aberrante» que «determinados delitos no se puedan perseguir por la ley de secretos», lo cual –ha apuntado con sorna– significaría que le tienen que hacer una «lobotomía» porque él es «un secreto andante». Tal concepción, ha alertado, «quiere decir que tenemos una democracia imperfecta».
UNA «CATARSIS»
Por eso, ha confiado en que «esta causa sirva por lo menos para que haya una catarsis y que cosas que estén mal se puedan arreglar». «Creo fervientemente que al final la Justicia va a poner a cada uno en su sitio», ha declarado.
Villarejo ha insistido en que lo descubrirá «todo». «Voy a demostrar que todo lo hice bajo autorización oficial y, si hay que pedirle responsabilidades a alguien, que se lo pidan a los distintos gobiernos. Yo he pasado por diez ministros de Interior. Debe ser que todos eran ciegos, sordos y mudos», ha deslizado.
Y lo hará, ha asegurado, asumiendo también su «cuota de responsabilidad» por las actuaciones que se han hecho «por el bien superior de España», entre las que ha vuelto a destacar la ‘Operación Cataluña’.
De momento, ha recalcado, es «inocente» porque aún no se le ha juzgado y no piensa escapar. «Creo que empezará a huir otra gente cuando empiecen a oírme en el plenario», ha augurado.