Las comisiones bancarias de muchas entidades crecen incesantemente. Muchas de ellas, como las de descubierto de BBVA, han alcanzado un crecimiento del 20% en un sólo año. Afortunadamente, existen entidades que no las aplican (aquí puedes acceder a una lista de bancos que no cobran comisiones).
Pero, ¿qué son exactamente?
Las comisiones bancarias son el precio que se debe pagar en contraprestación por los servicios que proporcionan las entidades. Algunas de las más habituales son:
- Comisiones de mantenimiento: Se cobran por mantener una cuenta abierta.
- Comisiones de administración: Cada vez que el cliente realiza una operación.
- Comisiones por transferencias: Se derivan del envío de dinero a otras cuentas.
- Comisiones de emisión o mantenimiento de las tarjetas: Al emitir y generar una tarjeta asociada y mantenerla activa.
- Comisiones por uso de tarjetas en el extranjero: Se generan al operar con divisas extranjeras.
- Comisiones de descubierto: Se aplican cuando el cliente entra en números rojos o cuenta con un salario negativo.
- Comisiones por retiradas de efectivo en cajeros: Cada vez que se extrae dinero en un cajero automático.
- Comisiones por uso de oficinas: Asociado al servicio de operar en ventanilla.
¿Cómo evitar las comisiones bancarias?
En realidad existen algunas medidas que nos pueden ayudar a eludirlas. A continuación te proponemos cuatro opciones. ¡Presta atención!
Infórmate sobre los requisitos para obtener una exención
Cada entidad exige una serie de requisitos para no pagar comisiones. Estos suelen ser:
La exención de comisiones puede conseguirse cumpliendo algunas condiciones. Estos requisitos pueden variar dependiendo de la entidad, aunque los más habituales son:
- Domiciliación de ingresos como nóminas o pensiones.
- Domiciliación de recibos vinculados al suministro de electricidad, agua o préstamos.
- Contratación de servicios y productos complementarios como seguros o créditos.
Para beneficiarte de la exención de comisiones deberás solicitar información en la oficina de tu banco o a partir de los servicios de atención al cliente de su página web. Valora si las condiciones merecen la pena y si es así gestiona los trámites necesarios para beneficiarte de la exención. No es recomendable contratar productos adicionales que supongan un coste extra si realmente no los necesitas.
Negocia las condiciones de contratación
Si las condiciones de contratación no te parecen razonables puedes iniciar una negociación con tu entidad bancaria. Antes de optar por otra solución lo más recomendable es que no agotes esta vía. Si bien es cierto que no es probable que un banco ceda, existe la posibilidad especialmente si cuentas con un buen perfil crediticio y con una buena trayectoria como cliente.
Abre una nueva cuenta libre de comisiones
¿Existen alternativas gratuitas dentro de tu propio banco? Infórmate. Muchas entidades cuentan con opciones libres de comisiones que no exigen requisitos mínimos. Algunas de ellas sólo están disponibles para ciertos tipos de usuarios. Pueden establecer una diferenciación en base a los rangos de edad (con opciones gratuitas para clientes menores de 25 años, por ejemplo) o hacer restricciones para nuevos clientes.
Di adiós a tu banco de una vez por todas
Si el resto de medidas no te compensan o bien no son accesibles, siempre puedes optar por un cambio de cuenta. En muchos casos, es recomendable decir adiós ante condiciones abusivas y que sobrepasan los límites de lo razonable. Existen entidades bancarias como ING Direct que ofrecen servicios libres de comisiones (incluyendo de descubiertos) sin necesidad de cumplir ningún tipo de requisito. Pueden ser una alternativa recomendable porque no generan costes a pesar de que no tengas una nómina domiciliada o cualquier otro tipo de ingreso periódico.