La mejor época para tatuarse es el otoño o el invierno, ya que podemos mantenerlo protegido bajo la ropa sin apenas preocuparnos, hasta que esté perfectamente curado. Sin embargo no siempre puede ser así, y por lo tanto si te haces un tatuaje en los meses más calurosos, habrá que tener en cuenta algunas precauciones extra para evitar disgustos. El problema de tatuarse en verano es que vamos a tener la tentación de querer lucirlo cuanto antes, o de disfrutar de la playa y del sol. Pero esto puede tener consecuencias indeseadas, y la recomendación es esperar por lo menos 15 días antes de exponer nuestro nuevo tattoo a la intemperie.
5RIESGO DE INFLAMACIÓN E INFECCIONES
Por otra parte, en verano el tatuaje está expuesto a otros elementos como el cloro de las piscinas o el agua de mar, que tampoco son nada recomendables para una piel recién tatuada. El contacto con estas sustancias puede irritar la zona, inflamar el tatuaje y derivar en una infección, que además de ser molesta, puede deformar el tatuaje o dejar cicatrices que lo estropeen. Así pues, los baños veraniegos deben aplazarse también durante un tiempo prudencial.