Uno de los consejos que más se repiten cuando alguien quiere perder peso o mantenerlo, es no tomar carbohidratos por la noche. Esto es porque son la principal fuente de energía del cuerpo y parece claro que si la ingerimos a última hora del día no vamos a consumirla por completo. Según la idea generalizada, toda esa energía que no gastamos mientras dormimos se trasforma en grasa que se acumula en distintas zonas de nuestro cuerpo y como no queremos que esto ocurra, la mayoría tendemos a evitar tomar hidratos de carbono por la noche, reservándolos preferentemente al desayuno y el almuerzo.
7ELEGIR LA HORA
Otra recomendación y que en España, por nuestros horarios y costumbres, nos cuesta mucho adaptar, es la de cenar como mínimo dos horas antes de irse a dormir. De esta forma evitamos que la digestión se vuelva pesada al estar el cuerpo en posición tumbada, que por otra parte, dificulta la absorción de los nutrientes. Así pues, cenar un plato de arroz a las 19 o las 20 de la tarde, es perfectamente factible para después acostarnos a las 22 o las 23h con la digestión hecha. Además, adelantando la hora de la cena, tendremos más apetito por la mañana y no tendremos que saltarnos el desayuno.
